El Iron Man es de las pruebas deportivas más exigentes que existen en el mundo, pues consiste en nadar en aguas abiertas, rodar por casi 200 kilómetros y cerrar con un maratón, y el poblano Juan Manuel Aguilar Bustillos es uno de los pocos que no solo es capaz de dominar esta competencia, sino que participó en el Mundial de la especialidad que se hace en Kailuakona, Hawaii.
Fue en 2017 y en 2019 cuando estuvo en este paradisiaco destino que para muchos es un lugar de ensueño, pero que para los triatletas es un verdadero infierno por las condiciones del clima.
Sin embargo, ahora sueña con tener una tercera intervención en el Campeonato que reúne a los mejores del mundo, y su anhelo es hacerlo junto a su pareja y terminar en el top ten, algo que por México sólo ha hecho el veracruzano Eduardo Salas.
DE RODAR EN EL ECOLÓGICO A PARTICIPAR EN EL IRON MAN
Para Juan Ma, el deporte siempre estuvo cercano, pues sus padres lo relacionaron rápidamente con diferentes disciplinas como el karate y el futbol, aunque fue hasta muchos años después que lo tomó con seriedad.
“En el deporte inicié hace unos 25 años en natación, me llevaron a clases pero nunca me gustaron y es la fecha que no me gusta, aunque también probé karate y futbol, a partir de los 18 empecé a correr cuando aquí en Puebla había pocas carreras, pero ya así de un modo que más me ha gustado fue acerca del 2010, hace ya 12 años”, dijo.
Sin embargo, el momento que seguramente cambió su vida fue en 2011 cuando decidió comprar una bicicleta.
“En 2011 un amigo me ofreció una bicicleta y se la compré, en el parque ecológico inicié con el ciclismo, y desde ese momento dije que iba hacer un Iron Man, no sabía la distancia ni nada, pero de casualidad ese mismo compañero que me la vendió me dijo que iba hacer uno y así fue, mi impulsó”, comentó.
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El Iron Man consiste en nadar ocho kilómetros en aguas abiertas, hay ocasiones en que son lagos y hasta en artificiales, en ciclismo son 180 kilómetros y el cierre son los 42.195 kilómetros del maratón.
“En 2012 me inscribí al Medio Iron Man de 70.3 kilómetros, de Cozumel, creo que era la primera o segunda edición cuando apenas empezaba este tema en México, ya que estaba inscrito sólo hacia bici y corría porque la natación no se me había dado, entonces vi un triatlón en Veracruz que se iba a hacer un mes antes que consistió en mil 500 metros nadando, 40 kilómetros de bici y 10 corriendo, ese fue mi primer triatlón oficial”, recordó.
TRIUNFO EN LOS CABOS Y BOLETO A HAWÁI
Su debut en un Iron Ma completo se dio hasta 2013 cuando se estrenó en una competencia que por entonces no tenía tanto auge en México, por lo que también se convirtió en uno de los pioneros.
“Después de esa primera experiencia empecé a entrenar más en forma y para 2013 hice el Iron Man completo, me sentí bastante bien, en esa época, habíamos pocos participantes, esa era la edición dos y ahorita van en la once o doce”, explicó.
Juan Manuel se dio cuenta que tenía la suficiente calidad para trascender y en 2016 lo pudo plasmar en un podio.
“El gran sueño de cualquier triatleta es ir a Kona, el campeonato del mundo. Los Iron Man que hacen en México sirven como clasificatorios, pero sólo va el primer lugar. Como llevaba rato entrenando, en 2015 me entró la espinita de clasificar, pero fue hasta 2016 que una amiga me regaló mi inscripción al de Los Cabos, que no lo tenía planificado, pero lo gané y me clasifiqué para el Mundial de 2017”, indicó.
KONA ES UNA PRUEBA DURA, PERO INOLVIDABLE
A pesar de someterse a una minuciosa preparación, fue inevitable caer ante las exigencias y sobre todo las inclemencias del tiempo en Kona.
“Esa primera vez en Kona fue de lo más difícil que he tenido, me preparé bien y traté de hacer todo tal cual, pero es un esfuerzo que te cobra facturas si te pasas tantito en algo. Esa vez hacía mucho calor, piensas que se te van a quedar pegados los tenis del calor que hacía, veías a la mitad del maratón a muchas personas caminando, los abastecimientos son cada kilómetro, pero por el calor hay zonas con hielo y agua para que te metas. Además, las ráfagas de viento que te complicaban en la bici, por eso yo me dediqué a disfrutar y acabarlo y lo logré”, apuntó.
Aunque lo sufrió, pudo disfrutar del entorno de los paraísos del mundo.
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“Allá es una celebración, normalmente empiezan con actividades desde una semana antes de la carrera, hacen desfiles de todas las naciones, al día siguiente hacen carreras solo en ropa interior, es una festividad impresionante la que se hace en la isla. Para llegar es complicado porque son 22 horas de viaje, varias escalas, pero estando allá es increíble, en cuatro horas de viaje no das ni un cuarto de la vuelta a toda la isla, es inmensa, es la isla más grande de Hawái, ahí donde está el volcán Mauna Loa, Mauna Kea y el Kilauea”, rememoró.
SEGUNDA PARTICIPACIÓN FUE UNA EXPERIENCIA HORRIBLE
Ya con la espina clavada de lo que vivió y que no pudo trascender como le hubiera gustado, de inmediato regresó a Puebla para ponerse a entrenar con la meta de regresar al siguiente año y hacerlo mejor.
“Después de esa experiencia, me dije que tenía que regresar, pero para hacer un mejor papel, por eso regresé a Puebla y empecé a entrenar como loco a pesar de que faltaban once meses para el siguiente, me dediqué a hacer algunos eventos pequeños para poder llegar lo mejor preparado. Como mi novia Úrsula Legaria me había acompañado a Hawai, también le surgió la idea de clasificarse y lo logró ella al siguiente año”, indicó.
Para 2018, su pareja logró clasificarse, pero él no, por lo que siguió con el objetivo de estar en la élite de los “Hombres de Acero”.
“Después de que ella fue, dijimos que íbamos a tratar de volver juntos, y lo logramos en 2019 porque ella ganó un campeonato en Estados Unidos y se clasificó, yo me vi obligado a seguir entrenando y en julio en Canadá había un Iron Man que decían que era de los más difíciles, a mí me gustan muchos esos, así que me inscribí y me volví a calificar, ahí los dos volvimos a en 2019 a Kona”, señaló.
Empero, en esta ocasión la experiencia fue para el olvido.
“La experiencia fue horrible, después de haber clasificado los dos estuvimos entrenando muy leve todo agosto, porque era descansar y después subir el ritmo de entrenamiento, en una de esas rodadas tuvimos un accidente en la bici, ella se fractura el coxis y yo la clavícula un mes antes del evento, y pues nada más era recuperarse, obviamente queríamos ir y a lo que salga, pero no pudimos llegar a competir al 100”, reconoció.
LA TERCERA ES LA VENCIDA
Lo sucedido en 2019 provocó que no saciaran sus ganas de competir, por lo que para el 2020 tenían pensando volver a buscar un boleto, pero se cruzó la pandemia y el Iron Man se vio afectado.
“Hemos seguido entrenando, en 2020 era el objetivo regresar, pero se cruzó la pandemia, cierran todo, cancelan todos los eventos, es la fecha que no hemos hecho un evento completo, solo unos cinco medios (Iron Man). Ahorita yo me inscribí al de Cozumel el 23 de noviembre, acabo de iniciar la preparación y esperamos que salga todo bien, ahí dan hasta dos slots en la categoría que voy”, dijo.
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En total han sido seis poblanos los que han logrado estar en el Mundial de Kona, pero Juan Manuel quiere convertirse en el que estuvo en tres ocasiones.
“Después de las experiencias anteriores, ahora obviamente buscamos la tercera y ahora sí pensando en ese top diez, es algo muy difícil, muy ambicioso, pero no imposible”, comentó.
SATISFACCIÓN REPRESENTAR A PUEBLA Y MÉXICO
Juan Manuel Aguilar Bustillos es un Hombre de Acero poblano que ha puesto el nombre del estado y del país en alto en una de las pruebas más especiales del planeta.
“Es una satisfacción alta el poder representar a México, no solo al estado sino al país, siempre es buscar el poner en alto a México, sé que un día lo podremos lograr y vamos a seguir batallando, no parar y si la salud nos lo permite”, señaló.
Por eso, hace la invitación para que más poblanos conozcan el triatlón y puedan enrolarse en competencias, nacionales e internacionales.
“Yo les diría que es una experiencia satisfactoria, para empezar, no es solo un deporte, sino que son tres y no siempre eres bueno en uno u otro, a lo mejor vas a ser mejor en uno o en dos no, es raro que seas bueno en los tres, pero es una experiencia padre, las personas que lo hacen les ha cambiado la vida, es un deporte muy bonito”, finalizó.