Manuel Martínez Benítez / @manuelmtzb
En el país llevamos varias semanas inmersos en la discusión sobre la “militarización de la seguridad pública”: si es prudente, si la población lo aprueba o no, si es un buen o mal paso. Pero me parece que la discusión está sesgada ya que, en todas las encuestas, locales y nacionales, el principal problema que perciben los mexicanos en el país es la inseguridad, seguida de cerca por la economía y la corrupción, y creo que tanto el gobierno como los actores políticos saben muy bien que los ciudadanos queremos que haya seguridad y paz, en especial en nuestras calles y colonias.
Así, tanto el gobierno federal como la clase política saben que, de preguntar a los ciudadanos sobre militarizar la vigilancia o todos los cuerpos de seguridad en el país, la respuesta será un mayoritario “sí” porque estas mediciones revelan que la gente piensa: “hagan lo que sea, pero que esta inseguridad pare”.
Y en medio de este ambiente, la realidad es que sí tenemos graves problemas de inseguridad, tanto en los ámbitos nacionales –con una guerra contra y entre delincuencia organizada (ya no solo de cárteles de droga) y de seguridad personal, en nuestras casas, calles y centros de trabajo: todos los espacios donde nos movemos todos los días.
Es aquí donde las estadísticas nos sirven para corroborar estos dichos y conocer más a fondo la realidad, pero no para preocuparnos, sino para que tanto el gobierno (en especial) como la sociedad busquemos solución a este grave problema.
Ayer, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer el resultado de su Encuesta Nacional de Victimización de Empresas, que realiza cada dos años en el país y que nos presenta los datos del 2021. Tardaremos en analizarlo a profundidad un buen rato, pero los datos iniciales nos sirven para que juntos meditemos sobre este asunto.
El estudio nos dice que en México durante el 2021 hubo 1.2 millones de Unidades Económicas (negocios de todo tamaño) víctimas de algún delito, esto es, el 24.6% de todas las unidades: uno de cada cuatro negocios. Si bien la encuesta nos muestra que hay una disminución de delitos en las unidades económicas, 33.7% en 2017, 30.5% en 2019 y 24.6% en 2021, sigue siendo una gran cantidad de negocios los que sufren algún tipo de delito.
Pero ¿cuántos delitos se cometieron en estas Unidades Económicas?, la encuesta nos revela que 2.9 millones de delitos se cometieron en estos 1.2 millones de negocios, es decir 2.4 delitos en promedio por cada lugar de trabajo que lo sufre, una “revictimización” que no solo duele, sino que, en varios casos, cuesta el cierre del negocio.
Esto es muy grave y la encuesta también revela que los negocios que más son víctimas de los delitos son los comercios en general y, de éstos, los de mayor repetición son los negocios de servicios. Un dato descriptivo más es que las unidades económicas más afectadas son las de mediano y las de gran tamaño (46.9% y 45.9% respectivamente) mientras que los negocios pequeños son afectados por la delincuencia 38.2% y las microempresas en 23.7%.
Y si a estas alturas del artículo se pregunta qué delito es el que más sufren los negocios y empresas, el 28.9% de ellos padecen algún tipo de extorsión (delito muy ligado a la impunidad), seguido por el robo o asalto de mercancía, dinero o insumos (19.7%), el robo hormiga ocupa el tercer lugar (12.9%), los actos de corrupción en cuarta posición (10.8%); le siguen los fraudes con 10.2%, el robo de mercancía en tránsito (7.3%), el robo parcial o total de los vehículos (6.6%); 1.9% sufre daños en instalaciones o maquinaria y un 18.% se concentra en otros tipos de delitos.
Para ir cerrando con los datos más relevantes de la encuesta, un dato que debemos tener muy claro es que el Inegi estima que la cifra negra, es decir, los delitos no denunciados o que no llegan a una carpeta de investigación por diferentes motivos, es de 2.6 millones, es decir, el 91.5%, y esto es parte de esta percepción de impunidad que hay en el país, porque solo 8.5% de los delitos son judicializados, que no todos resueltos y castigados, por cierto.
Es muy entendible que la ENVE reporte que el 69.3% de las unidades económicas perciba que vive en inseguridad, que el 56% de ellas (un poco más de la mitad) califique como muy o algo efectivas a las policías estatales y solo el 53% califique como muy o algo efectiva a las policías municipales.
Pero esta delincuencia, ¿cuánto le cuesta a los negocios y, por ende, al país?
Está calculado en 120 mil 200 millones de pesos, es decir el 0.67% del PIB de todo el país, y esto es solo el costo de la delincuencia en los negocios solamente. Haciendo un cálculo de este costo entre las unidades económicas afectadas, se estima que cada unidad víctima de la delincuencia tiene una pérdida por este tema de 56 mil 936 pesos, y por eso digo que un negocio, sobre todo si es micro o pequeño, afectado por la delincuencia, es probable que deje de existir.
Que le presente estos datos tiene un objetivo: que discutamos, que nos metamos a la discusión sobre la seguridad pública del país, pero no desde una óptica política, o ideológica, sino buscando cuál es el camino correcto o el mejor para hacer frente a este o los demás aspectos de la inseguridad, porque si como país no resolvemos, nos mantendrá no solo inseguros sino sin crecimiento económico y perdiendo fuentes de trabajo y por ende, ingreso.