Mario Galeana
El Ferrocarril Mexicano cumple 150 años. La tecnología más importante en México a principios del siglo XX fue inaugurada en 1873, con una vía que unió a la capital del país con Veracruz.
Sólo 30 años después, la red ferroviaria alcanzó su pico, con 19 mil 280 kilómetros de vías, lo que facilitó la reactivación económica y todo un nuevo sistema de transporte masivo.
Pese a todo, el ferrocarril llegó tarde a México. Medio siglo antes de que se inaugurara la primera vía, en países como Inglaterra, Estados Unidos o Cuba ya se había construido toda la red ferroviaria que cruzaba sus territorios.
“El ferrocarril en México fue importante a nivel económico, pero también a nivel social.
La construcción empieza en 1850 y termina en 1869. Aquí, en Puebla, se construye un ramal hacia Apizaco y, más tarde, para la década de los 80, se instalan dos líneas ferroviarias más, la del Interoceánico y la del Mexicano del Sur”, explica Teresa Márquez Martínez, directora del CentrovNacional para la Preservación del Patrimonio Cultural Ferrocarrilero (CNPPCF).
De aquellos días sobre rieles se conserva la más antigua locomotora preservada en México: la máquina de vapor FCM 40, construida en 1881 por la compañía Baldwin Locomotive Works, echada a andar durante el Porfiriato.
Una máquina negro azabache que calentaba el agua para transportar cargas de más de100 toneladas, y que recientemente ha sido restaurada.
Para conmemorar el 150 aniversario del ferrocarril mexicano, la Secretaría de Cultura, el Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos (MNFM) y el Centro de Documentación e Investigación Ferroviarias (CEDIF) realizarán exposiciones, programas académicos, conferencias y festivales a lo largo de los seis estados que recorría la vía.
Entre estos se encuentran Puebla, Ciudad de México, Estado de México, Tlaxcala, Hidalgo y Veracruz.
Como parte de estas actividades, se exhibirán en el Museo Nacional de los Ferrocarriles la máquina de vapor FCM 40 y la locomotora eléctrica FCM 1001, fabricada por General Electric y ALCO en 1923.
También se llevará a cabo un programa académico cultural en colaboración con el Instituto de Ciencias Sociales y Humaniadades “Alfonso Vélez Pliego” de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, sobre la línea ferroviaria del Mexicano, la primera en todo el país.
“En el museo contamos con 35 exposiciones disponibles e itinerantes, de las cuales cuatro serán expuestas en Veracruz, Puebla, Tlaxcala y Ciudad de México. Estas exposiciones corresponden al trabajo de fotógrafos que hicieron un registro fotográfico de la época de finales del siglo XIX en zonas como las cumbres de Maltrata, los puentes de Metlac y otras zonas”, agregó Patricia Albores Morelos, subdirectora de Museografía y Museología del MNFM.
El museo, como es sabido, fue inaugurado en 1988, casi 30 años después de que el resto de las estaciones ferroviarias cerraran en Puebla. Salvo por la estación de Ferrosur, ubicada en la 80 poniente, ninguna de las tres líneas que cruzaban la ciudad permanecen activas.
En 1997, junto al museo, fue inaugurado también el CEDIF, que recopiló la documentación del sistema ferroviario mexicano correspondiente al período 1824-1958.
Entre estos documentos se conservan 200 mil planos del sistema ferroviario mexicano y un archivo histórico de 3 mil metros lineales de documentación, incluidos libros de contabilidad, nómina y operación y control de los trenes.
La importancia de esos documentos le valieron al CEDIF su denominación como Memoria del Mundo por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).