“ La información siempre será indispensable para la toma de decisiones tanto de autoridades como de ciudadanos, pero más ahora que vivimos una situación inédita como consecuencia de la pandemia de COVID-19. Si la información es verídica, útil y oportuna puede salvar vidas”, afirmó de forma categórica Blanca Lilia Ibarra Cadena.
Desde hace dos años comisionada del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), puntualizó que “cuando decimos que la información puede salvar vidas nos referimos a su papel clave como herramienta estratégica para optimizar las decisiones”.
Explicó que para las autoridades, la información no sólo es fundamental para tomar mejores decisiones enfocadas en enfrentar, mitigar y controlar los efectos provocados por esta emergencia tales como el aumento del desempleo, de las brechas de igualdad y de pobreza, o el debilitamiento de las finanzas públicas, por mencionar algunos-; también posibilita ejercicios de rendición de cuentas.
Y para las personas, señaló que la información es indispensable a fin de que procuren su bienestar y se mantengan informadas sobre las disposiciones de las autoridades, así como de las vías para exigir sus derechos.
Con base en esta premisa, en entrevista exclusiva para Crónica Puebla, Ibarra Cadena aseguró que en el INAI han buscado en todo momento tomar medidas alternativas para acercar la información de gran interés para la ciudadanía. Y si bien reconoció que se han presentado barreras o restricciones al derecho a saber, aseguró que “el organismo ha sido sensible y empático de la legítima inquietud de la ciudadanía para disponer de insumos informativos de calidad”.
Al respecto, reiteró que el derecho a la información es relevante para la consolidación de toda democracia, pero en situaciones de emergencia, como la que ahora se enfrenta, es todavía más importante.
Y lo es, subrayó, en la medida en que la población en general cuente con información oportuna y útil, que le permita, por ejemplo, tomar las medidas necesarias para la prevención del contagio del SARS-CoV-2 o saber cuáles son las acciones a seguir en los casos en que se contraiga la enfermedad.
Pero también -destacó- para tener conocimiento de qué es lo que están haciendo los diferentes niveles de gobierno frente a la pandemia, qué están adquiriendo, de qué manera, a qué lugares se están canalizando los insumos médicos, por dar algunos ejemplos.
Respecto a qué tanto han cumplido en ese objetivo los sujetos obligados vinculados a la contingencia sanitaria, refirió que las evaluaciones que realiza el INAI implican el análisis minucioso de diversos aspectos de su desempeño, por lo que consideró difícil hacer un juicio.
No obstante, si bien asumió que estamos en un escenario para el que ninguna institución de gobierno estaba a 100 por ciento preparada, “debo reconocer la apertura de la autoridad sanitaria para colaborar en acciones para transparentar información relevante de manera proactiva”
“Hemos visto además que durante los días de suspensión de plazos, ha habido sujetos obligados que han respondido las solicitudes que han ido recibiendo y han rendido alegatos en algunos casos”, dijo.
Justo sobre el acuerdo recién aprobado que obliga a reanudar los plazos para la atención de solicitudes de información y de protección de datos personales por parte de quienes desarrollan las actividades esenciales, explicó que la contingencia sanitaria es un fenómeno que ha ido evolucionando conforme transcurren las semanas y en ese sentido, “el Instituto ha ido respondiendo a las circunstancias, con medidas que han buscado, por un lado, proteger el derecho a la salud de las y los servidores públicos relacionados con la materia, pero también tutelar los derechos de acceso a la información y protección de datos personales”.
Y citó, como ejemplo, que con el auxilio de las tecnologías de la información y la comunicación, en estas semanas el INAI no ha dejado de laborar y ha continuado con acciones de verificación, de capacitación, de asesoría y de difusión, además de sostener reuniones de trabajo virtuales con los integrantes del Sistema Nacional de Transparencia para compartir experiencias y estrategias para afrontar esta situación de emergencia.
“Así, hemos escuchado las voces desde diversos sectores de la sociedad y hemos reflexionado sobre las medidas idóneas con nuestro Consejo Consultivo”, señaló.
Cuestionada sobre el significado del incremento sustancial de las solicitudes de información, relacionadas con el COVID-19, citó que eso deja la evidencia que cada vez más personas están ejerciendo su derecho de acceso a la información, “lo que nos habla de un sector de la población que manifiesta necesidades informativas que necesitan ser solventadas por las autoridades involucradas en la atención de esta grave problemática”.
“Aunque en los últimos años el número de solicitudes de acceso a la información ha mantenido una tendencia creciente, en el tema de la pandemia, en un corte reciente, ya registra 1 mil 281 solicitudes de información”, agregó.
Precisó que fue en ese contexto, ante el compromiso del INAI por salvaguardar las prerrogativas que tutela y de la importancia de que es vital que se difunda información relativa a la pandemia, que se llevaron a cabo ejercicios de transparencia proactiva para generar conocimiento útil que disminuya las asimetrías de información entre ciudadanos y autoridades, optimice la toma de decisiones a partir de criterios informados y detone la rendición de cuentas.
Ello derivó en la decisión de habilitar desde el pasado 15 de abril el micrositio Transparencia Proactiva Conocimiento Público Útil COVID-19, con información relevante sobre el estado y evolución de la pandemia, donde la población puede encontrar información pública de utilidad sobre la emergencia sanitaria por este virus.
Pese al avance de la pandemia, hay mucha gente que parece no dimensionar los riesgos y se resiste a permanecer aislada o asumir medidas preventivas. ¿Hay algún tipo de información que haría falta transmitir por parte de las autoridades?, se le preguntó.
Su respuesta fue que sin duda la desinformación que presenciamos en las plataformas digitales ha contribuido a socavar la efectividad de las acciones dirigidas a mitigar la expansión del COVID-19.
No obstante, puntualizó que también es cierto que hay una proporción considerable de la población que no tiene la oportunidad de poder permanecer en su hogar, pues sus necesidades les obligan a exponerse a un posible contagio.
Por lo anterior, acotó: “Es muy importante fortalecer la difusión de información preventiva y de cuidado por diferentes medios de comunicación.
Asimismo, es indispensable fortalecer las medidas de accesibilidad para que podamos acercar la información más actualizada a un mayor número de audiencias”.
LA VULNERABILIDAD DE LOS DATOS PERSONALES
Al planteamiento sobre la vulnerabilidad de los datos personales durante la contingencia, entre otras razones por la necesidad de recurrir al comercio electrónico, la funcionaria del INAI resaltó la necesidad de identificar los riesgos o amenazas que se pueden presentar en materia de protección de datos personales.
En este sentido, dijo que éstos pueden ser vulnerados o lesionados cuando el tratamiento de la información es inadecuado, “ya sea porque los titulares o los responsables carecen o ignoran deliberadamente las medidas de seguridad ya sean físicas, administrativas o técnicas que la norma establece”.
Y agregó: “La obligación de confidencialidad se considera expuesta al materializarse alguna de las vulneraciones de seguridad, situación que puede presentarse en cualquiera de las fases del tratamiento de datos, es decir, desde su obtención hasta su cancelación, supresión o eliminación”.
Al respecto, recuerda que las leyes vigentes de protección de datos personales determinan como vulneraciones de seguridad al menos: la pérdida o destrucción no autorizada; el robo, extravío o copia no autorizada; el uso, acceso o tratamiento no autorizado; y el daño, la alteración o modificación no autorizada.
Ibarra Cadena reconoció que ante la necesidad ciudadana de información precisa sobre las medidas implementadas por las autoridades sanitarias para evitar la propagación del COVID-19, “los ciberdelincuentes han encontrado una época muy útil y próspera para intentar apropiarse de sus datos personales y dañar su imagen, patrimonio o afectar su honor”.
Refirió al respecto que la información obtenida o generada en el ámbito de la salud, da cuenta de rasgos íntimos de las personas, como el historial médico, del que se pueden desprender padecimientos, pasados y presentes; tratamientos recibidos, alergias, información genética, adicciones, información psicológica (de la que se puedan obtener trastornos mentales), o bien, información relativa a la vida sexual.
Por todo ello, adviertió que la pérdida, comunicación o transferencia no autorizada de esta información, “pone en riesgo la integridad de los titulares de los datos, exponiéndolos a actos discriminatorios o de segregación”.
“Es un buen momento para que los usuarios y los responsables de los datos personales aprendan o recuerden algunas de las formas más comunes que tienen los criminales de capitalizar las emociones de la gente”, enfatizó.
Asimismo, subrayó que “es indispensable mantenerse alertas, para que al tiempo que se proteja la integridad física de los titulares de los datos, también se puedan identificar e ignorar los intentos de cibercriminales que pretendan realizar fraudes o difundir noticias falsas, esta es una actividad esencial”.
–¿Cómo evitarlo; qué hacen ustedes en esta materia, tienen registro del número de casos? –Si bien el INAI no cuenta con un área encargada de procesar los delitos cibernéticos que se cometen, sí puede investigar cuando recibe denuncias sobre tratamiento indebido de datos personales.