Es Relativo
Lic. Guillermo Pacheco Pulido
En política, como en todo acontecer donde se desarrolla el hombre, se dan circunstancias que influyen en su vida.
El filósofo español José Ortega y Gasset decía magistralmente: “Soy yo y mis circunstancias”, unas dependen de que yo las haga surgir y otras que influyen en mi vida y que son ajenas a mi voluntad pero que intervienen en mí, es decir no todo lo que me sucede lo provoco yo.
En la actividad que denominamos “política” se dan muchas circunstancias ajenas, especialmente en la fase electoral.
Todo lo anterior es resultado de una plática entre amigos, que preguntaban ¿quién enseña política? Y coincidimos en que no hay maestros, que hay que ser observador de las circunstancias y, en su caso, aprender de ellas.
Podemos ver muchos autores como Maquiavelo, Churchill y otros, pero todos sus frases tienen fundamento en su tiempo y en sus circunstancias, no vigentes a estas nuevas épocas; así podemos ver el mundo político de Angela Merkel, Margaret Thatcher o Mahatma Gandhi.
Qué quiere decir, o qué significa “no te calientes granizo”, es decir el granizo es frío, ese es su tiempo, su medio. Hay que saber esperar las circunstancias y no adelantarnos, porque si anticipan los tiempos el granizo se calienta y se destruye: recuerda que “el granizo eres tú”.
Hay buenos políticos que no esperan que aparezcan las circunstancias, se arriesgan y las crean; hay otros que te aconsejan, te sugieren no interrumpir en su debate a tu enemigo cuando está cometiendo un error.
Cuando Putin, un gran deportista, tomó clases de manejo de sable, su maestro suspende la sesión y le dice a Putin: si sigues así, siempre vas a perder, ¿por qué? le pregunta Putin, “pues porque nada más te estás defendiendo y no atacas, le contestó el maestro: ataca”.
En el debate político, esencialmente el que es acusado no contesta la acusación, sino que ataca con lo que sea, argumentos reales o ficticios, pero todo el tiempo ataca y ataca y es su única arma.
Carlos Sansores Pérez, destacado líder y político campechano, verdadero político, contaba que cuando le pidió al orador que hablara bien de un aspirante a gobernador que había muerto durante el período de campaña, el que iba a protestar en su lugar como candidato le dijo ¡pero si no lo querían!
Para sorpresa del orador, cuando mencionó el nombre del difunto abanderado toda la gente se puso de pie y brindó un dilatado aplauso. Cuando el orador regresó a sentarse junto a Sansores este le dijo: “Recuerda siempre, en política no te metas jamás con un muerto”.
Tal vez porque los griegos concebían a los muertos como dioses: por eso se llama panteón= pan: todos, theos: Dios; lugar donde están los dioses.
A un candidato que creía ir triunfando porque le aplaudían sus argumentos, se le dijo: eso no da el triunfo, es mucho más eficaz lograr la comunicación con el electorado a través de las acciones, de los hechos que con la palabra: “No explique, demuestre”.
A veces es mejor utilizar el proverbio indio: “cuando hables procura que tus palabras sean mejores que el silencio”.
En razón de que en lo electoral existen circunstancias imprevisibles como en la vida misma, hay que tomar decisiones adecuadas, por ejemplo: acordarse de que la prudencia es el más excelso de todos los bienes; es la fuerza de los débiles, en muchas ocasiones en que hay provocaciones tendientes a caer en el juego del contrario, hay que evitarlo con ella.
Recordemos que no debe uno olvidarse que el ideal político de la gente es la democracia. Debe respetarse a todos como personas y nadie debe de ser divinizado, como señala Albert Einstein.
La real política se sustenta en la sensatez, la tolerancia, la perseverancia, en saber entender las circunstancias y vivir y actuar con base en la ética.
Por lo pronto conviene leer a Jesús Reyes Heroles, quien como maestro decía: “en política lo importante es convencer y persuadir”, “seamos inflexibles en la defensa de las ideas, pero respetuosos en las formas, pues en política, frecuentemente, la forma es fondo”,”la urbanidad es necesaria en la comunicación política”.
Maquiavelo tuvo su tiempo, sus reflexiones surgieron de otras épocas, ahora inexistentes tiempos y circunstancias no utilizados porque en política, fundamentalmente, debemos aprender a pensar por nosotros mismos conforme a los tiempos de hoy y los futuros.
El tema es inagotable.