Mario Galeana
La Secretaría de Cultura federal denunció que la empresa de decoración Clarence House robó elementos distintivos de los pueblos indígenas otomíes de las comunidades de San Pablito y Pahuatlán, al norte del estado de Puebla, en la fabricación de una línea de productos de vinil estampado de la colección Michelle Nussbaumer.
El plagio consistió en la elaboración de figuras idénticas a las deidades que las comunidades recortan en papel amate, el cual obtienen de la corteza del árbol jonote, para solicitar buenas cosechas de maíz, chile, tomate, cebolla, cacahuate, entre otros de los cultivos que mantienen para su sustento.
“Estos elementos forman parte importante de la cosmovisión de la cultura otomí, misma que proviene desde la época prehispánica, en tanto que simbolizan deidades de la agricultura y una estrecha relación del hombre con la naturaleza”, señaló la titular de la Secretaría de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, en una carta dirigida a la empresa de decoración.
El diseño plagiado por la empresa fue elaborado por la familia Santos Rojas, originaria del municipio, que reproduce a los dioses de la milpa y que tomó dos meses de elaboración. La pieza vinil de Clarence House, según las autoridades, se elaboró en solo dos horas.
San Pablito cuenta precisamente con la denominación de origen del papel amate y hay alrededor de 300 maestros artesanos en todo el municipio de Pahuatlán que se dedican a elaborarlo.
En su misiva a Clarence House, una industria textil de lujo fincada en Nueva York, la titular de la Secretaría de Cultura acusó que los diseños de los artesanos de Pahuatlán están siendo distribuidos por la empresa como papel vinil estampado con diseño étnico.
“No solo afecta económicamente a cientos de familias que se dedican a esta actividad, al no tener competitividad con marcas industriales. Además de los daños económicos, hay daños morales y ceremoniales, ya que atenta contra las creencias, símbolos e identidad de un pueblo indígena”, manifestó.
Frausto Guerrero señaló que la línea comercializada por Clarece House supone la privatización de una expresión cultural tradicional de propiedad colectiva, cuyo origen está plenamente documentado.
“Se debe desarrollar un trabajo respetuoso con las comunidades indígenas dentro de un marco ético que no socave la identidad y la economía de los pueblos y apegado siempre a un comercio justo que coloque en un plano de igualdad a los creadores indígenas, empresarios y diseñadores”, insistió.
Éste es el segundo caso reciente de apropiación cultural indebida en contra de maestros artesanos originarios de Puebla.
Días atrás, la Secretaría de Cultura denunció que la empresa china de moda SHEIN plagió elementos distintivos de la identidad del pueblo nahua de San Gabriel Chilac, Puebla en la fabricación de una pieza de la línea Emery Rose.