El arzobispo advirtió que no sólo los prelados, sino la sociedad en general, sufren violencia en la región
Diana López Silva
El Triángulo Rojo de Puebla se ha convertido en un punto donde habitantes, automovilistas y transportistas sufren en distintas formas.
Incluso, los sacerdotes que prestan sus servicios en la región, donde son víctimas de persecuciones y extorsiones por parte del crimen organizado.
Así lo advirtió el arzobispo Víctor Sánchez Espinoza, quien expresó que “todo ese tramo, todas esas parroquias en Amozoc, Tecamachalco, Huixcolotla y Esperanza sufren; está sufriendo la sociedad por el robo de transporte y de mercancía”.
Al participar en el Diálogo Nacional por la Paz, que se realiza en la Universidad Iberoamericana, Campus Puebla, señaló que en otras zonas de México los sacerdotes también sufren diferentes formas de violencia, al igual que la sociedad en general.
En el caso de Puebla, mencionó que hay prelados “que han sido seguidos, extorsionados, sobre todo en el Triángulo Rojo.
Sin precisar el número de casos reportados en Puebla, apuntó que los incidentes ocurren desde la salida de la capital, en la zona de los estadios y hasta la caseta de Esperanza.
En entrevista en la Ibero Puebla, Sánchez Espinosa hizo un llamado a que las autoridades tomen cartas en el asunto: “es lo que pedimos, todo mundo sabe que esa es una zona difícil”.
En el encuentro de activistas que inició el jueves, ante académicos y autoridades, convocó a orar por la paz y a trabajar en un esfuerzo conjunto entre la sociedad y el gobierno.
Esto, manifestó el jerarca católico en su ponencia, para hacer de nuevo un camino de paz y de justicia en todos los rincones del país y para todos los sectores de la sociedad.