Si bien han sido pocos los jugadores nacidos en la Angelópolis que han destacado en la Liga MX, ellos lograron ser campeones con la franja y también fueron llamados al TRI
Se pueden contar con los dedos de las manos los futbolistas nacidos en Puebla que han logrado trascendencia en el futbol mexicano, siendo el caso más cercano el de Pablo González, canterano de La Franja que ahora ha retomado la titularidad con los camoteros de la mano del técnico Ricardo Carbajal, transformándose en pieza clave.
Sin embargo, para encontrar a los primeros nacidos en la Angelópolis que tuvieron alguna trascendencia en el balompié nacional, hay que remontarse hasta 1950, cuando Carlos Guevara, un joven de 20 años que brillaba con el Club Asturias, fue llamado a la Selección Mexicana para jugar el Mundial de Brasil, aunque no tuvo minutos de acción.
El segundo caso se dio ocho años después con el delantero del Toluca, Enrique Sesma Ponce, quien con 29 años integró el combinado nacional que participó en el Mundial de Suecia 1958, siendo titular en los tres partidos de la fase de grupos, pero yéndose sin goles.
Para que otro poblano volviera a estar en los primeros planos del futbol en el país, tuvieron que pasar 25 años, pues fue en 1983 cuando Luis Enrique Fernández se convirtió en héroe en la final que el Puebla le ganó a Chivas para lograr su primer título de Liga, al anotar el penal definitivo con el que se definió el encuentro.
Ese mismo año se retiró Fernández, pero a su vez se presentó en el máximo circuito con los camoteros Roberto Ruiz Esparza, otro férreo futbolista nacido en la Angelópolis que dejó huella en la Liga Mexicana.
Campeón de Copa en 1988 y capitán del campeonísimo en 1990, Ruiz Esparza brilló con La Franja en su pecho, lo cual lo llevó a la Selección Nacional, incluso siendo también capitán en la Copa Oro de 1991, quedándose sin la posibilidad de asistir a un mundial debido a la suspensión que recibió México por los cachirules de cara al Mundial Italia 90.
Fueron 19 años los que necesitaron transcurrir para que de nueva cuenta los reflectores se posaran sobre algún futbolista poblano, pues para el 2009, tanto Sergio Cherokee Pérez como Sergio Samba Rosas, fueron parte de los Chelísboys que pusieron al Puebla a segundos de jugar una final.
Encabezados por el también poblano José Luis Sánchez Solá, Cherokee y Samba brillaron en ese equipo que se clasificó a la Liguilla en el Clausura 2009 y en cuartos de final echó a Monterrey para medirse a Pumas en las semifinales, a los que pusieron en jaque, pero un gol de Darío Verón en los últimos instantes del encuentro de vuelta, acabó con el sueño de volver a tener un Puebla finalista.
Si bien la carrera del Samba se diluyó rápidamente, la del Cherokee tomó mayor relevancia en los años venideros, pues en 2010 fichó por Monterrey y comenzó su cosecha de títulos, siendo un total de cuatro, con una Liga Mx en el 2010 y tres Concachampions, jugando 106 partidos con dos goles y 3 asistencias a su cuenta.
Tras su paso por Chivas, Atlante y Chiapas, Chero regresó al Puebla en 2015 y lo hizo para coronarse como campeón de la Copa MX, aunque en la final que le ganaron al Guadalajara, sufrió una rotura de ligamento cruzado en una de sus rodillas, orillándolo a su retiro en 2017.
Pablo González es el futbolista nacido en Puebla que más tiempo ha pasado con la institución en los últimos años, teniendo una formación desde el 2009 pasando por todas las inferiores hasta debutar en el Apertura 2012.
En Primera División ha jugado para el Puebla, Atlas y Toluca, sumando un total de 173 juegos, anotando 6 goles y aportando 8 asistencias, siendo este 2020 el mejor año respecto a números de cara a portería.
Finalmente, se deben señalar a dos elementos que también nacieron en la capital poblana, y que si bien por ahora gozan de poco protagonismo, la ilusión es que en breve puedan convertirse en titulares.
El primero es el portero Miguel Ortega, multicampeón con Tigres que ya debutó en el máximo circuito, pero que, debido a una dura lesión en el hombro, prácticamente tiene un año sin ser tomado en cuenta.
Por su parte, el atacante del América, Román Martínez, es una de las promesas de las Águilas, aunque con el técnico Andre Jardine tiene poco juego, y deberá esperar una oportunidad para sobresalir.