Ilse Aguilar y Diana López Silva
Ocurrida el lunes pasado, la agresión a golpes de un hombre a un guardia de seguridad en el Fraccionamiento Lomas de Angelópolis 1 se viralizó ayer.
Con ello, el descrédito de Puebla como un lugar de violencia entre particulares fue trending topic a lo largo del día.
El experto en seguridad Roberto Esquivel Ruiseco llamó a las empresas de vigilancia para abstenerse de contratar menores de edad.
“La Ley de Seguridad Privada del estado de Puebla establece que el guardia debe contar con mínimo 18 años de edad, con la secundaria terminada y con la cartilla del Servicio Militar liberada, así que en general deberían tener 19 años”.
Por ello, hizo un llamado a la Secretaría de Seguridad Pública del estado, por medio de la Dirección General de Seguridad Privada, para que revisen ese tipo de casos, además de garantizar que los elementos cuenten con la capacitación adecuada.
“En este caso, el guardia no respondió a los golpes, pero hay que revisar que no haya antecedentes penales que resultan indicios de que una persona tiene tendencia a intolerar frustración y evidenciarlo con violencia”.
El gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina pidió a la Fiscalía del Estado investigar de manera exhaustiva la agresión.
EL HECHO
El lunes pasado, un joven identificado como Patricio se metió a una de las casetas de vigilancia del fraccionamiento a empujar, amenazar y golpear al guardia de turno.
Patricio se había negado a mostrar una identificación, protocolo habitual de este sitio.
Por tanto, el vigilante no levantó la pluma que obstruye la calle, pues tiene prohibido dejar pasar a personas que incumplan con la vista de una credencial vigente.
Imágenes de cámaras de video de la caseta y la grabación de una conductora de auto testigo permiten ver a Patricio empujando y golpeando al vigilante.
El guardia resultó lesionado en la nariz.
Aunque se viralizó que la empresa VIMA había actuado contra su empleado, un comunicado oficial de la firma, circulado ayer, rechazó las versiones y aseguró que da soporte y protección al guardia.
“Estamos colaborando con las autoridades para esclarecer los hechos y asegurar se aplique justicia… brindar apoyo médico, legal y psicológico a nuestro colaborador afectado”.
Internautas se encargaron de buscar antecedentes de Patricio y viralizaron videos en que su madre se lía a golpes con una mujer en Cuernavaca, Morelos.
La Universidad Anáhuac, donde estudia el joven, indicó que sanciona a su alumno. Como se sabe, dio de baja a universitarios que golpearon a un joven en la zona de Angelópolis.
El mandatario estatal condenó el clasismo y la “brecha elitista que separa a uno de otros por su condición social, racial, de credo, condición física o preferencias”.
Pidió a padres de familia asumir su responsabilidad y no solo responsabilizar al entorno o las instituciones educativas del comportamiento de sus hijos, pues señaló que las conductas se procuran y encauzan desde los hogares.
DISCRIMINACIÓN
El líder del Congreso del Estado, el morenista Eduardo Castillo López, reprobó que sean el clasismo y la discriminación –los resortes que impulsaron en redes sociales la viralización del hecho– las causas de esta violencia.
Las diputadas panistas Guadalupe Leal y Mónica Rodríguez Della Vecchia consideraron indignante “la poca empatía y la prepotencia con la que el joven golpeó brutalmente a un vigilante, que lo único que estaba haciendo era aplicar las reglas de su trabajo.
Coincidieron en que este tipo de comportamientos son imperdonables y debe haber consecuencias para quienes incurren en este nivel de intolerancia y violencia.
“El problema inicia en casa”
La educación en casa alienta o desincentiva la violencia y la intolerancia a la frustración se entrena desde los años de infancia.
La violencia y el desprecio por otras personas se aprende en la familia, aseguró el especialista en seguridad Roberto Esquivel Ruiseco.
La intolerancia a la frustración origina las conductas nocivas, tanto autodestructivas como de daño a los demás, subrayó.
El experto hizo un llamado a los padres y a las instituciones educativas, desde guarderías y aulas de preescolar hasta medio superior y universidades, a enseñar convivencia en valores.
“Los jóvenes sin manejo de inteligencia emocional ni de frustración toman decisiones de expresar su ira en forma violenta; no son capaces de hacer frente a cinco minutos de frustración”.
Ninguna violencia se justifica, ni en mayores ni en menores de edad, sostuvo.