Claudia Espinoza
En Puebla, 8 de cada 25 hogares está sostenido por una mujer.
De esas ocho familias, cinco están integradas por la mamá proveedora y sus hijos; en dos hay, además, familiares adicionales como tíos o abuelos.
Estas son las cifras más recientes del Consejo Estatal de Población, que corresponden al cierre del año pasado
Al realizar un balance sobre las condiciones en que habitan las mujeres en la entidad, el Coespo informó que del total de poblanos que están considerados como Población Económicamente Activa, 2 millones 954 mil 370 personas, un millón 238 mil 970 son del sexo femenino, con un crecimiento de 75 mil 785 en comparación con el año 2022.
De esta cantidad el 69% trabaja en condiciones de informalidad: 870 mil 606.
Es el sector comercio el área económica en donde más se han colocado las mujeres poblanas con el 36% del total de trabajadoras.
Le sigue el sector industrial con el 21%, el 18% en servicios sociales como la educación y el resto en transportes, comunicaciones, servicios profesionales, servicios de alojamiento y gobierno.
Respecto a los ingresos que perciben, la fuente informó que el 48% de las mujeres que laboran en la entidad reciben al menos un salario mínimo.
Otro 29% ingresa de uno a dos salarios mínimos, el 9% recibe más de 2 a 3 salarios mínimos, el 3% más de 3 y hasta 5 salarios mínimos y tan solo el 1% recibe más de 5 salarios mínimos.
El resto se encuentra entre la población femenina que no especifica su nivel de ingreso.
Cynthia Montaudon Tomas, directora del Observatorio de Competitividad y Nuevas Formas de Trabajo de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), dijo que en México, las mujeres representan solo el 10% de los puestos directivos en las empresas, aunque hay algunas que están haciendo esfuerzos para cambiar esta situación.
“Se ha demostrado que la presencia de mujeres en puestos directivos puede mejorar el ambiente laboral y aumentar la productividad. El sector de la educación parece ser el más benévolo con las mujeres, ya que les ofrece posibilidades de trabajo con diferentes horarios y en diferentes etapas de su vida, incluso en niveles directivos”, comentó.
Explicó que las mujeres profesionistas enfrentan una serie de obstáculos en el ámbito laboral que constituyen formas de discriminación, según los resultados de un piloto de 500 encuestas realizadas en Puebla.
El 100% de las mujeres encuestadas afirmó que nunca les han preguntado si tienen necesidades especiales en el trabajo, y el 78% se siente irrespetada en su entorno laboral, experimentando comentarios o faltas de respeto.
Además, el 69% siente que no se le toma en cuenta en proyectos importantes, lo que puede limitar sus oportunidades de promoción.
Refirió que otras preocupaciones de las mujeres profesionistas incluyen la falta de reconocimiento por su desempeño (68%), la desigualdad salarial (64%), y la necesidad de equilibrar su carrera con responsabilidades familiares (68%). También es común que las mujeres experimenten agotamiento y estrés en el trabajo (69%), lo que puede llevar a una mayor tasa de renuncia.