Historias de un joven reportero
Gerardo Ruiz
Dos imágenes retratan a la perfección lo que está sucediendo en la elección poblana: por la mañana de este martes, Alejandro Armenta y Eduardo Rivera posan sonrientes a las afueras de la cabina de Ultra Noticias.
A mediodía, un obnubilado José Antonio López es corrido a gritos por pobladores de la capital luego de que el cirquero candidato de Morena a diputado federal por el Distrito 11 interrumpió la entrega legal de tinacos por parte del Ayuntamiento de Puebla en la Colonia San Ramón.
Mientras entre los dos candidatos al gobierno del estado todo es camaradería y política de altura; abajo, entre sus huestes, la guerra parece no tener cuartel ni clemencia ni tregua.
Lo cortés no quita lo valiente. Si bien es cierto que tanto el abanderado de “Sigamos haciendo historia” como el de “Mejor rumbo para Puebla” han comenzado a lanzar sus dardos, también es una realidad que ninguno de los dos carece de madurez para fotografiarse juntos o debatir en una cabina de radio, como sucedió ayer con el periodista Fernando Canales.
Y es que la disputa por el poder levanta pasiones de todos y todas.
Cómo no.
Lo que está en juego es mayor.
Pero hay contiendas, como la pelea por el gobierno de Puebla y el resto de los cargos públicos que estarán en juego el 2 de junio, que merecen más que el simple “pastelazo”, el show para las redes sociales, los likes y los nuevos followers.
Armenta y Lalo Rivera lo tienen claro, pero no así sus ejércitos electorales que un día y al otro también arrojan la piedra y esconden la mano.
Ya no es raro ver a José Juan Espinosa, quien –como lo he mencionado en reiteradas oportunidades– es un político adicto al reflector y los montajes, que reclama que el gobierno del estado está orquestando una elección de estado sin ninguna prueba más que su muy devaluada palabra.
Lo mismo pasa con el petista, Toño El Spiderman Legislativo López, que se pelea contra “molinos de viento” al acusar al Ayuntamiento de Puebla de violar las leyes electorales y la Constitución de México, denotando así su total ignorancia en materia legal, como ya lo dejó bastante claro en cada una de sus intervenciones en la tribuna del Congreso del estado, lo que lo convirtió en un meme de las redes sociales y la comidilla de los principales programas de televisión nacional.
Insisto, en ambas coaliciones se acusa, se señala y se denuesta con los mismos argumentos necios y huecos.
Fue el pasado 19 de marzo cuando Jesús Zaldívar, dirigente municipal del PAN en la ciudad de Puebla, denunció que un funcionario del gobierno estatal, emanado de Morena, entregó tarjetas del Bienestar en plena veda electoral.
El líder albiazul aseguró en su momento que la entrega de estos programas contraviene la veda electoral del proceso electoral en curso, además de que estas eran de manera específica para simpatizantes de Morena.
Asimismo, el pasado 26 de marzo, Carolina Beauregard, candidata a diputada federal del PAN por el Distrito 12, aseguró que en la Unidad Habitacional del SNTE, en la Junta Auxiliar de San Andrés Azumiatla y en la colonia Romero Vargas continuaba la entrega de productos lácteos.
Sin embargo, los programas sociales, de los tres órdenes de gobierno, no se pueden detener a pesar de la temporada electoral, siempre y cuando se respete y cumpla con lo que estipula el Artículo 134 constitucional.
Ayer, el candidato a la diputación federal de la alianza “Sigamos haciendo historia”, Antonio López Ruiz, exhibió a trabajadores del Ayuntamiento de Puebla entregando tinacos azules en el Centro Comunitario de San Ramón, con supuestos fines políticos, pero no pudo comprobar ninguna falta por parte de la autoridad municipal.
En respuesta, la Comuna capitalina rechazó que la entrega de los tinacos fuera con fines partidistas como lo mencionaba el ofuscado Spiderman Legislativo López, porque la ejecución de los diversos programas sociales se encuentra apegada a los lineamientos emitidos para tal fin, así como a las disposiciones normativas en materia de blindaje electoral.
El Ayuntamiento también anunció que presentará una nueva denuncia en contra de López Ruiz –la primera fue presentada el pasado 7 de julio de 2023 por realizar actos anticipados de campaña, promoción personalizada de servidores públicos y uso indebido de recursos públicos al beneficiarse de la entrega de productos lácteos por parte de la Secretaría de Bienestar– por obstaculizar la entrega del programa, arremeter en contra de los beneficiarios, vulnerar sus datos personales y difamar al gobierno municipal.
Ni el gobierno de Sergio Salomón Céspedes ni la alcaldía de Adán Morales violan la ley ni usan programas sociales con fines electorales.
Así de claro.
Mientras los soldados de la 4T y del PAN andan muy nerviosos, los generales no se desgarran las vestiduras y hasta firman un tratado de no agresión.
Tanto Armenta como Lalo Rivera entendieron que los poblanos reclaman una campaña de altura con contrastes y propuestas tras los tiempos tan convulsos que vivimos en la entidad los últimos seis años.
Parece que sólo los loquitos de pueblo, como José Juan Espinosa y Toño López, no lo entienden.
¡Pobre Distrito 11!
Es lo que hay, dirían por ahí.