EL CONFESIONARIO
RAY ZUBIRI
Gusto me dio platicar con Martha Alicia Chávez, una psicóloga, escritora y conferencista mexicana a quien recordamos por libros como “Tu hijo, tu espejo”, “Todo pasa… y esto también pasará”, “Te voy a contar una historia”, “En honor a la verdad”, “Hijos tiranos o débiles dependientes”, “Consejos para padres divorciados”, “90 respuestas a 90 preguntas”, “Hijos Invisibles, Hijos gordos”, “¡Con golpes No!”, libros que la han llevado a ser una voz respetada en temas relacionados con la educación de los hijos y las relaciones entre padres e hijos.
—Mi invitación en todos mis libros es una invitación a darte cuenta, reconocer y hacer consciente de lo que estamos pasando, todos tenemos temas que no hemos sanado y la idea es seguir avanzando y aprendiendo.
—¿Cómo inicia el proceso de hacer un libro y dónde se pone punto final?
—Después de años de trabajo como psicoterapeuta familiar me di cuenta que detrás de los problemas entre padres e hijos existe una proyección inconsciente de alguna faceta de la vida del padre hacia el hijo. Si no la hacemos consciente, los problemas difícilmente se resolverán de fondo y de manera permanente.
Por otra parte, la percepción de la situación cambia y, por lo tanto, la dinámica de relación entre padre e hijo también.
Para empezar un libro, tengo primero toda la idea que quiero escribir y luego divido el gran tema en los subtemas que voy a tratar y empiezo a teclear. En el proceso va uno cambiando los capítulos; se vuelven temas, después viene el momento de mandarlo a la editorial, el trabajo de los editores, pero es muy honroso y valorado. Personalmente, he forcejeado con los editores, porque le cambian cosas o lo expresan de otra forma que no soy yo. Acepto la corrección, pero lo hago con mis propias palabras. Hay un momento donde te tienes que detener, si no no vas a acabar nunca, y me obligo a poner punto final.
—¿Cómo hacer que tus libros sean los mas leídos, como “Tu hijo, tu espejo”, primer lugar de ventas durante un año en un país donde se lee poco?
—Un país donde la gente no lee, pero bueno, vamos a decirle poco; es de los países que menos leen: 0.5 libros per cápita al año, mientras que en España son 3.5. No quiero decir que yo escribo mejor que otros, pero creo que posiblemente yo escribo, platico, sencillo, cómodo de leer, con el corazón, buscando temas que la experiencia profesional me ha enseñado.
A todos los padres y madres les ha sucedido casi lo mismo. O como a mí, que tuve una experiencia con drogas con mi hijo Paco y que es lo que me llevó a estudiar la experiencia en adicciones; ahí expuse lo que viví yo en carne propia y la gente se identifica muy fácil con mis libros porque de alguna manera han vivido lo que trabajo.
—¿Cómo empezó esta historia de escribir y de hacer tu primer libro?
—He trabajado intensamente durante 21 años como psicoterapeuta y como expositora en múltiples cursos y conferencias.
Una madrugada, en enero del año 2000, tuve este hermoso sueño: estaba sentada en una gran terraza frente al mar, escribiendo un libro y con un Ser de Luz sentado a mi lado derecho. Desperté súbitamente con un profundo sentimiento de gozo y con una idea fascinante: me iría a vivir a la playa durante el verano, descansaría, ¡y escribiría un libro!
Mis hijos, entonces de 21 y 23 años, estaban a punto de irse de viaje durante algunos meses. Yo me quedaría sin hijos durante ese tiempo; necesitaba descansar y adoraba el mar.
Esa madrugada lo decidí. ¡La idea me fascinó! A la mañana siguiente compré mi laptop y empecé a hacer los preparativos para dedicarme sólo a escribir.
Dejé de recibir pacientes nuevos y terminé los procesos de aquellos con los que ya estaba trabajando.
Comencé a pensar a qué lugar me iría. No tenía duda de que sería al mar que tanto amo. Un lugar pequeño y tranquilo, pero en el mar.
Dos personas me platicaron sobre Barra de Navidad, que yo no conocía, y mientras lo describían se me erizaba la piel, se ensanchaba mi corazón y mis ojos humedecían de gozo. Entonces me quedó muy claro que era ahí donde debía estar.
El 12 de mayo partí de Guadalajara con mi ropa, mis libros y, por supuesto, mi laptop.
Al llegar a ese pequeño y hermoso pueblo, supe de inmediato que era el lugar perfecto donde quería vivir ese verano.
Los días siguientes me dediqué a buscar el lugar ideal para vivir… Quería estar junto al mar para verlo y oírlo todo el día y la noche… ¡lo encontré!: una hermosa casa frente al mar, bellamente amueblada con una enorme terraza como la que imaginé y una administradora enviada del cielo para hacer realidad mi sueño, porque sin conocerme confió en mí y me apoyó para que la dueña de la casa me la rentara por sólo 10% del precio real, el cual habría sido imposible pagar.
Y así empezó a tomar forma “Tu hijo, tu espejo”, en esa hermosa terraza frente al mar, inspirada por los muchos colores que toma el océano vasto y misterioso, el aire fresco en mi rostro, el sonido de las olas y, desde luego, por los Seres de Luz que me guiaron. Inspirada también por la fuerte vivencia de contactar con mis monstruos y mis ángeles interiores, porque eso es lo que sucede cuando uno está solo durante cuatro meses.
El 31 de agosto regresé a Guadalajara, con el alma y el cuerpo plenos y satisfechos, con “Tu hijo, tu espejo” guardado en tres discos, y un poco más sabia y fuerte gracias a tantas vivencias durante esos cuatro meses en los que todo fue intenso.
Luego, después de registrarlo ante Derechos de autor, comencé el proceso de tocar puertas en las editoriales para que mi libro fuera publicado. Un proceso largo, con obstáculos por sortear y muchos sentimientos mezclados en el camino. Fue también toda una experiencia.
Después de más de un año y medio y una serie de diosidencias (como les llamaría Anthony de Mello), fue aceptado por Grijalbo, la editorial que más me interesaba… y el resto de la historia ya se conoce.
“Tu hijo, tu espejo” abrió mi fascinación por escribir. A veces me preguntan cómo le hice para decidirme a hacerlo.
La respuesta es que simplemente vencí mis creencias limitantes, según las cuales “eso no es para mí…. yo nunca podría escribir un libro”, y me dije a mí misma: “si todo el tiempo estoy dando cursos y conferencias, es lo mismo; simplemente, en lugar de hablarlo, lo escribo”.
Los libros de Martha Alicia Chávez abordan temas que no pasan de tiempo en la sociedad mexicana actual, como la crianza en tiempos de crisis, la relación entre padres e hijos y el manejo de emociones en el entorno familiar.
En un momento donde las familias enfrentan desafíos sin precedentes, sus obras ofrecen herramientas prácticas y reflexiones profundas para fortalecer los vínculos familiares.
Con más de 50 mil ejemplares vendidos de “Hijos tiranos o débiles dependientes”, Chávez ha logrado posicionarse como una autoridad en el debate sobre cómo equilibrar autoridad y permisividad en la crianza. Este tema es especialmente relevante en una época donde los límites y roles dentro de la familia están en constante transformación.
Hoy, en pleno 2025, se hace un relanzamiento de la obra completa de Martha Alicia que no sólo moderniza la imagen de sus libros, sino que también llega en un momento donde las familias mexicanas necesitan más que nunca herramientas para enfrentar los desafíos actuales.
Desde la construcción de vínculos saludables hasta el manejo de crisis, sus obras abordan todo el espectro de la experiencia familiar. Búsquenlos porque son ampliamente recomendados.
La columna de esta semana ha terminado. Pueden ir en paz.