La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) advirtió que el T-MEC no puede ser considerado un salvavidas ni la única estrategia de recuperación económica para México, donde se pierden ocho empleos por minuto a raíz de la fuerte crisis y recesión económica en la que se encuentra sumida nuestra economía, y se pronostica una caída del PIB por arriba del ocho por ciento en medio de la crisis que agudizó el COVID-19.
“Estas no son, sin duda, las condiciones propicias para que el T-MEC pueda servir de motor para la recuperación económica”, sostuvo el dirigente nacional de ese gremio, Gustavo de Hoyos.
Al entrar en vigor el T-MEC este 1 de julio, De Hoyos recalcó que “las noticias no son buenas para México”.
«La desaceleración, el estancamiento y la recesión ya estaban presentes antes de que llegara la pandemia. El COVID-19 agudizó la situación. En 2019 se registró una caída en la inversión fija bruta de menos cinco por ciento anual, la más baja desde la crisis financiera global de 2009.
«La confianza empresarial lleva siete meses consecutivos con niveles negativos en todos los sectores, según el INEGI. Sectores como el de la construcción han registrado niveles pesimistas desde noviembre 2018”, dijo.
Sostuvo que el T-MEC habilita la inversión, pero no la activa, y para que sea un instrumento útil para promover el desarrollo económico tiene que acompañarse de un gobierno eficaz que brinde certeza jurídica y que haga respetar el Estado de Derecho.
“El T-MEC no puede ser considerado un salvavidas. No puede ser él. Sólo si México da señales claras, contundentes y de largo plazo en el sentido de que se van a respetar las reglas del juego y el Estado de Derecho, podrá restaurarse la confianza perdida de los inversionistas», espetó.
Explicó que, según la OCDE, las medidas fiscales anunciadas por el Gobierno Federal solo representan el 0.4% del PIB. En comparación con el resto de países del continente, México se ubica en el penúltimo lugar, sólo después de Bahamas. El primer lugar lo ocupa Perú con medidas equivalentes al 12% de su PIB.
Dijo que los efectos del bajo apoyo fiscal del gobierno mexicano se reflejan en las perspectivas de crecimiento. El FMI publicó esta semana sus pronósticos de crecimiento para 2020 y 2021. Para el caso de México, se revisó a la baja la perspectiva para 2020, pasó de -6.6% a -10.5%. Esta es la caída más fuerte prevista entre los países latinoamericanos.
“Preocupa que nuestras principales economías competidoras tienen mejores perspectivas que México en cuanto a su recuperación”, advirtió.
De Hoyos aseveró que la negociación del T-MEC fue complicada y nuestro país tuvo que ceder en diversos capítulos. A pesar de ello, el balance de lo acordado es positivo ya que nos permitirá continuar comerciando y compitiendo en una de las regiones económicas más dinámicas del mundo.
Sin embargo, recordó que, a diferencia de otros países, el Gobierno mexicano dejó sin apoyo a las empresas y, si bien el tratado tiene muchas ventajas, se requieren otro tipo de apoyos adicionales, como los Remedios Solidarios y sobre todo, recuperar la confianza entre inversionistas. (La Crónica de Hoy)