Arranca la cuenta regresiva para el Apertura 2020, que llevará por nombre Guard1anes 2020, en el cual el Puebla de La Franja se presentará el próximo viernes 24 de julio ante el recién creado Mazatlán FC, con un plantel renovado y un solo objetivo: clasificación al menos al repechaje.
El estadio Kraken, de Mazatlán, será el escenario de inicio para un torneo suigéneris, con la ausencia de aficionados en las gradas, sin descenso y con la posibilidad de entrar a un repechaje para clasificar a la liguilla.
CLASIFICAR, NO HAY MÁS
La Liga MX diseñó un nuevo formato sin descensos ni ascensos por los siguientes cinco años con repesca, la cual le abrirá la puerta a 12 equipos de pelear por el título. Puebla se ha fijado como meta estar entre esos 12 conjuntos, de los cuales los primeros cuatro avanzan directo a la liguilla y los ocho restantes pelearán por otras cuatro plazas.
Puebla no califica a una liguilla desde 2015 y ha sido la única vez en esta década. Ello sin descuidar la Tabla de Cocientes, porque los últimos tres lugares pagarán, conjuntamente, 240 millones de pesos.
EN DEUDA
Fue en el Apertura 2015 cuando los dirigidos por Pablo Marini probaron las mieles de la clasificación, avanzando a los cuartos de final, pero siendo eliminados por Toluca. A partir de ahí han pasado ocho torneos en los que no han repetido esa hazaña.
Lo más cerca que han estado de pelear un campeonato fue en el Clausura 2018, bajo la tutela de Enrique Meza, con quien sumaron 23 unidades y se quedaron en la novena posición. Situación contraria fue el Apertura 2019, cuando terminaron en penúltimo lugar general.
José Luis Sánchez Solá, Chelís, Octavio Becerril y Juan Reynoso fueron los estrategas que desfilaron por el banquillo.
CONFIANZA A REYNOSO
Desde que se definió la cancelación anticipada del Clausura 2020 por la contingencia sanitaria, generada por el coronavirus, la dirigencia camotera comenzó la reestructuración del plantel, siendo el primer paso la ratificación del técnico Juan Reynoso, quien terminó contrato en mayo, pero apostaron a su continuidad.
El peruano llegó a Puebla para la Jornada 7 del Apertura 2019 y fue parte de la desastrosa actuación que los ubicó en penúltimo lugar general; sin embargo, en las 10 fechas del Clausura 2020, hasta antes de la suspensión, enrachó al equipo con cuatro partidos consecutivos sin perder.
DIEZ BAJAS
A partir de esa decisión hubo seis bajas del plantel: los mexicanos Jorge Zárate, Carlos Rodríguez y Jonathan Espericueta, quienes gozaron de pocos minutos en el club. Además del colombiano Christian Marrugo, a quien no le renovaron su contrato; mientras que el atacante Ángel Zaldívar, concluyó su préstamo de Chivas, quien lo quiso de regreso; y el boliviano Luis Haquín, quien se fue a préstamo por un año al Bolívar de su país.
A esta lista original se sumó el juvenil atacante Diego Abella, quien terminó su préstamo de un año de Toluca. Regresa al club choricero con 17 partidos y apenas un gol.
Christian Menéndez reportó al inicio de la pretemporada, pero no llegó a un arreglo con la institución y decidió dejar al equipo, pese a tener contrato vigente hasta diciembre. De 31 años, el Polaco apenas estuvo en siete de los diez partidos del Clausura 2020 y marcó dos tantos.
Alonso Zamora es uno de los jugadores que, a pesar de tener contrato vigente hasta 2021, ya no fue contemplado y dejó la capital poblana para irse a Guadalajara, desde donde buscará su futuro deportivo.
Sorpresiva fue la salida de Jesús Zavala quien, si bien ya es un veterano de 32 años, se volvió de gran utilidad en el torneo pasado para Reynoso, colocándolo como titular en cada partido, ya sea como defensor central o en el mediocampo.
REFUERZOS
Puebla batalló en un mercado de fichajes marcado por la crisis económica derivada de la pandemia, por lo que sondearon elementos sin contrato para evitar traspasos y sólo arreglarse en lo salarial o por un préstamo.
Los juveniles Daniel Aguilar e Israel Reyes fueron los primeros jugadores anunciados como refuerzos. Ambos provenientes de las Fuerzas Básicas del Atlas, arriban a la Angelópolis más como una posibilidad de refresco o de engrosar la filial Sub-20.
Con 206 minutos en Primera División y 22 años, Aguilar es un zurdo que puede jugar como lateral o volante y sus posibilidades en el cuadro titular serán reducidas, debido a que en su posición hay elementos consagrados como los colombianos Brayan Angulo, Omar Fernández y Salvador Reyes, otro joven que se incorporó desde el torneo pasado proveniente de Morelia.
El caso de Israel Reyes es muy parecido. Tiene 20 años, apenas ha probado Primera División durante 10 minutos, luego de entrar de cambio en el Apertura 2019 en un partido que el Atlas perdió en Monterrey.
También campeón Sub-20 con los tapatíos, su lugar en el campo es la de mediocentro o incluso defensor, lugares en los que el Puebla cuenta con sus hombres más sólidos como los zagueros charrúas Maximiliano Perg, Emanuel Gularte o el contención Javier Salas, por lo que se prevé difícil pueda integrar la alineación titular y se convertirá en un refuerzo de lujo… pero para la Sub-20 camotera.
La tercera contratación fue Amaury Escoto, atacante jalisciense quien aterrizó proveniente de Dorados de Sinaloa, donde jugó en el ahora extinto Ascenso MX.
Escoto tiene 27 años y el lugar en la cancha donde mejor se desempeña es atrás del centro delantero, lo que en el argot del futbol se conoce como media punta.
El habilidoso jugador tuvo el punto de inflexión en su carrera en el Clausura 2019, cuando fue salvado por Lobos BUAP que lo sacó del futbol de Guatemala y se convirtió en una de las figuras del ascenso a Primera División, en una final ante Dorados donde anotó gol en el juego de ida en el estadio Universitario de la BUAP.
Pero su nombre quedó grabado para siempre en la mente de los aficionados de Lobos BUAP el 26 de septiembre de 2017, cuando anotó el tanto del triunfo como visitante ante Chivas, ya en Liga MX, con una espectacular chilena que le valió ganar el premio al mejor gol del año en la Concacaf.
La intermitencia en su rendimiento le ha impedido convertirse en una estrella del futbol mexicano, por lo que con La Franja afrontará una oportunidad inigualable de volver a mostrarse en el máximo circuito.
En el dibujo táctico de Reynoso, Escoto encaja en el ataque acompañando al centro delantero, donde el Puebla no cuenta con algún elemento de esas características, siendo lo más cercano el uruguayo Christian Tabó.
Otras caras nuevas en pretemporada fueron Daniel Fideo Álvarez y George Corral, quienes aterrizaron en suelo poblano, gracias a una buena movida de la directiva avivándose cuando terminaron sus contratos con Necaxa y Querétaro, respectivamente, por lo que llegaron gratis.
El Fideo es un habilidoso extremo de 24 años que tuvo un debut electrizante en el máximo circuito en 2015 con el Atlas, pero que su rendimiento cayó en decadencia hasta que en 2017 fue vendido al Necaxa, donde también tuvo un segundo aire, y si bien se esperaba aún más de él, terminó jugando todos los partidos del torneo anterior hasta la pausa por el coronavirus, anotando incluso dos goles.
Su posición en el campo está por la banda derecha, donde podría chocar con Tabó, quien es el mejor jugador ofensivo de los blanquiazules, aunque el técnico podría reconvertir al uruguayo como una media punta, con el objetivo de darle entrada en su alineación a Álvarez.
Respecto a Corral, arriba tras perder protagonismo con Gallos Blancos, aunque en los últimos años tuvo un rendimiento que le permitió incluso ser considerado para la Selección Nacional para partidos amistosos.
De 29 años, el hermano de Charlyn Corral se volverá un comodín para los planteos del Puebla, ya que igual puede jugar como lateral derecho, donde competirá con Arturo Paganoni, como también lo puede hacer por izquierda, en donde juega Brayan Angulo, una de las figuras del equipo.
El hueco más grande que el Puebla tenía en su plantel era la de un goleador, el cual no habían podido llenar desde diciembre cuando vendieron a Lucas Cavallini, a pesar de que para el torneo pasado contrataron a Ángel Zaldívar, Polaco Menéndez y Eduardo Herrera, tripleta de errores que llevó al Puebla a ser el equipo con menos goles del Clausura 2020, apenas siete en 10 partidos. Si bien en un principio la ficha estaba puesta sobre Menéndez para ser el “9” titular, su salida apresuró a los encargados de la dirección deportiva a salir a buscar un atacante al extranjero.
Con poco presupuesto, se aventuraron a la búsqueda en Sudamérica, haciendo hasta cuatro intentos y recibiendo negativas o no poder llegar a un acuerdo. Los argentinos Franco Troyansky y Tomás Badaloni, el paraguayo Brian Montenegro y el venezolano Jan Hurtado, estuvieron por arriba de Bernardo Cuesta en la lista de pretensiones del club.
Así, negociaciones infructuosas dejaron el camino libre a Berni, quien en Perú alcanzó su mejor rendimiento entre 2018 y 2019, jugando más de 200 partidos con el Melgar y haciendo 114 goles.
En su espalda, el argentino de 31 años tendrá el peso de ser el hombre gol de un equipo que justamente en el ataque tiene su punto más endeble, por lo que en él estarán posadas las esperanzas del equipo.