Por: Alejandro Cañedo Priesca
Durante muchos años, lo primero que venía a la mente de los viajeros cuando escuchaban la palabra “Florida”, es de un destino de sol y playa, de buena comida y muchos adultos mayores que pasaban gran parte del invierno disfrutando de cálida temperatura.
A estos retirados se les llama también “Snow Birds”, pájaros de nieve que evitan pasar el crudo invierno de Norteamérica y Canadá y emigran por varios meses al estado de Florida, en donde la calidad de vida, entretenimiento y cultura les permite disfrutar en tranquilidad su esperado retiro.
El punto más conocido es la ciudad más latina de Estados Unidos: Miami, que a su vez tiene un lugar que personifica el sueño americano de bien vivir y arquitectura única. Desde los años 30 del siglo pasado, y después de llegar a lo más alto de la fama y ser un lugar abandonado, “South Beach” renace a finales de los años 90 del siglo XX como un centro de alta costura, estilo de vida y recuperación del Art-Deco, que con sus 900 edificios hace del lugar un Distrito Histórico Nacional.
También conocido como “SoBe” cuenta con importantes actividades culturales, como una orquesta sinfónica, un ballet y múltiples galerías que permiten a los visitantes pasar buenos momentos y permanecer más en este lugar.
Salgamos de “SoBe” y demos una paseo por la mezcla de mundos que es Miami, pasando por la bahía de Coral Gables, que con sus plazas, fuentes y arquitectura mediterránea, es uno de los primeros distritos diseñados de Estados Unidos. Y seguir por la “Pequeña Habana”, donde el inglés es una segunda lengua y está todo lleno de sabor y color latinoamericano.
La ciudad de Miami es también uno de los puertos de salida de cruceros más importante del mundo, siendo una ciudad ideal para disfrutar antes de viajar por barco o al regresar.
Muchas series y películas son historias sobre Miami, que se han filmado durante décadas y han mostrado siempre el carácter alegre de la también conocida como la ciudad de lo nuevo y lo antiguo. Viajemos juntos.