Por: Lesly Mellado May
Los problemas en materia de cultura en Puebla son el restringido acceso a los servicios culturales, escasa difusión del patrimonio material e inmaterial, limitada promoción cultural, escasas acciones de conservación de tradiciones y costumbres, y poco acceso a las artes y al fomento cultural.
Así lo identifica el plan sectorial que en la materia elaboró el gobierno estatal. Este documento arroja dos tareas primordiales para la administración que ahora encabeza Sergio Vergara Berdejo como secretario de Cultura: llegar a los 217 municipios y digitalizar los acervos de la hemeroteca y fototeca del estado.
El plan para la Secretaría de Cultura establece las siguientes metas, partiendo de lo registrado en 2019 hacen la proyección para 2024 cuando termine el gobierno de Miguel Barbosa. (Ver tabla) Sin duda el plan suena bien.
Quienes conocemos de cerca el tesoro guardado en la hemeroteca y fototeca del estado hacemos votos porque se cumpla digitalización y el rescate, incluso sería loable que se sumaran archivos personales de fotoperiodistas poblanos que tienen el registro exacto de la historia de Puebla de los últimos 50 años.
El nuevo secretario de Cultura debería tomar en cuenta también esfuerzos que están fuera del entorno de la dependencia y que cumplen con la tarea de crear, capacitar, formar públicos y celebrar el arte.
La extensión en Huauchinango del Conservatorio del Estado tiene una actividad cotidiana que merece reconocimiento y apoyo. Ofrecen obras de teatro con música en vivo, llevan a Horacio Franco a dar clases, su orquesta tiene una calidad extraordinaria… y cada tarde su pequeño edificio se inunda de niños, jóvenes y adultos mayores que andan cantando, bailando, tocando, pintando.
Las escuelas son también semillero. En diciembre del año pasado me invitaron como jurado a las Jornadas Culturales de los Bachilleratos Generales y ahí estuvieron decenas de jóvenes participando en oratoria, declamación, poesía y cuento. Ese día volví a escuchar a Jaime Sabines y a Gabriela Mistral, las voces de “Los 43” y las de estudiantes que celebraban estar vivos, porque en ese momento la mayor preocupación era la seguridad.
Entre los mal llamados “artistas callejeros” hay gente con talento que merece un escenario digno. En las plazas públicas me he topado con un titiritero que ofrece música de calidad y compone canciones infantiles que prometen ser una nueva versión de Gabilondo Soler.
Por último me voy a referir al esfuerzo colectivo que realiza Antorcha Campesina en materia cultural. Si bien la organización es condenada por sus actividades políticas, hay una parte que poco se ve: su sólido programa cultural.
En las colonias y pueblos los “antorchos” dedican tiempo para las artes, practican y tiene acceso a música clásica, ópera, cantos gregorianos, obras de teatro de autores clásicos, danza folclórica… Cada año realizan festivales de teatro, música, artes plásticas, ajedrez, danza y declamación, entre otras. Ahora que hay nuevo secretario de Cultura, esperamos que tome buen rumbo y evite dar tumbos.