Por: Mariana Flores
Integrar perspectiva de género en la investigación del homicidio de Sam Rosales, exigió ayer Onán Vázquez, a nombre del colectivo “No dejarse es incluirse”, a fin de terminar con la impunidad en crímenes de odio. Rosales fue arrollada y rematada la madrugada del jueves.
Era pasajera en una motocicleta. De acuerdo con videograbaciones de vigilancia en el bulevar Forjadores de la colonia Revolución, un auto con el cofre de color distinto a la carrocería persiguió y embistió la moto de dos ocupantes. Las imágenes revelan que el conductor huyó.
El vehículo regresó y pasó sobre el cuerpo exánime de ella. Sam Rosales tenía 23 años, nació en Axocopan, Atlixco, estudiaba en la BUAP y trabajaba como acompañante. Según trascendió, previó al crimen envió mensajes telefónicos a personas de su confianza en que decía que estaba incómoda en el entorno en que se encontraba.
Onan Vázquez recalcó: “Es muy importante que la Fiscalía General del Estado integre en la indagatoria la perspectiva de género para que se haga justicia”.
En el conteo del colectivo, este es el incidente 66 desde 1996 contra personas de orientación distinta a la heterosexual en Puebla. Inicialmente, la versión oficial indicó que Sam Rosales habría fallecido por un incidente vehicular.
En 2012, la activista transgénero Agnes Torres fue torturada en una fiesta y su cuerpo abandonado en la autopista Siglo XXI. El Congreso del Estado incorporó a las leyes el término crimen de odio, como un agravante en asesinatos por orientación sexual.