Por: Adolfo Flores Fragoso/ [email protected]
Joe Biden es un viejo pragmático. Designar como su compañera de fórmula a Kamala Harris tiene un objetivo único: impulsar el apoyo a su favor de los votantes afroamericanos.
Hace cuatro años, ese fue el error de Hillary Clinton: confiar en que el voto negro llegaría a ella de manera natural. Obligada.
El caso es que el voto afroestadounidense debió y debe de ser “acarreado”, al más puro estilo mexicano, pues nunca llega solo. Y Biden lo sabe. Por eso decidió dejarse acompañar por una mujer con ascendencia negra e hindú. Un golpe pragmático de dos bandas.
Michelle Obama, la abogada, escritora, ex primera dama de los Estados Unidos y mujer hiperinteligente, resumió su postura el primer día de la convención del Partido Demócrata en una línea: “Ser presidente de los Estados Unidos es un trabajo duro, y que requiere sólo de razonar con claridad”. Y por si no había sido entendido su mensaje, remató: “Permítanme ser lo más sincera, pero Donald Trump no está a la altura de estos tiempos”.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, cerró el círculo con un duro mensaje autocrítico para los demócratas: “Trump no creó la división. Nuestras divisiones crearon a Trump”. Así el inicio de las campañas presidenciales en el país vecino.
Si Biden tuvo una debilidad evidente en las primarias de su partido, fue entre los votantes jóvenes, que respaldaron firmemente a Bernie Sanders. Y si hay un grupo donde la participación cayó precipitadamente entre la era de Obama y el 2016 entre los demócratas, fueron los votantes negros más jóvenes.
Por eso Biden elige como compañera a Harris, de 55 años, dos décadas más joven que él, y quien podrá beneficiarlo directa y marginalmente hablando.
Una encuesta de GWU / Battleground de principios de agosto encontró que Harris tenía una preferencia neta similar entre los votantes de 18 a 29 años (38 por ciento favorable a 34 por ciento desfavorable) a Biden (51 por ciento a 46 por ciento), y una mayor preferencia neta entre los votantes de 35 a 44 años (44 por ciento a 33 por ciento) que Biden (49 por ciento a 47 por ciento).
Por esa razón, Trump y sus operadores de campaña ya comenzaron a atacar a la fórmula Biden / Harris, como “la pareja de élites costeras” fuera de contacto con el centro de Estados Unidos. Lo cierto es que Biden se toma muy en serio la posibilidad de ganar las elecciones. Lo cierto es que sólo está 9 puntos arriba de Trump.
Lo cierto es que hace cuatro años, Hillary Clinton estaba casi 30 puntos arriba del actual presidente en un mes de agosto, como el actual. Lo cierto es que hay muchos días por pasar hasta el martes 3 de noviembre.