Mariana Flores
En Puebla, las mujeres trabajan siete horas más a la semana que los hombres, reveló la Encuesta Nacional sobre Uso de Tiempo (ENUT), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), en 2019.
Esta brecha colocó al estado en el lugar 13 a nivel nacional, con mayor diferencia en horas laborales. En México, en promedio, las mujeres trabajan 6.2 horas más que los hombres, según el tiempo total de trabajo.
La encuesta reveló que el promedio de horas a la semana, en trabajos domésticos no remunerados de la población de 12 años y más, es de 30.8 para las mujeres y 11.6 para los hombres.
TRABAJO DOMÉSTICO
En la Población Económicamente Activa en el país, las mujeres trabajan más del doble de horas a la semana, en trabajos domésticos no remunerados, con promedio de 25.7 horas las mujeres y 11 los hombres.
En este rubro, Puebla ocupó el sitio 11 nacional por mayor brecha de género por tiempo de trabajo no remunerado en el hogar, con 15.9 horas más para las mujeres que para los hombres.
INDÍGENAS
En promedio, la población indígena trabaja 3.1 horas más que la no hablante, según el tiempo total de trabajo.
Los que hablan un dialecto trabajan en promedio 59.4 horas a la semana; los que no laboran 56.3 horas.
Respecto al tiempo dedicado a la educación, el informe mostró que hombres y mujeres dedican un promedio de 40 horas al estudio.
En la utilización de medios de comunicación, los hombres dedican en promedio 16 horas a la semana y las mujeres 15.
En la convivencia familiar y social, las mujeres dedican un promedio de nueve horas a la semana y los hombres ocho.
En ellas recaen los cuidados
Las mujeres que se dedican a cuidados de personas con enfermedades crónicas, discapacidades, niños menores de 5 años, adultos mayores de 60 y personas en general, dedican un promedio de 28.8 horas a la semanal. Los hombres utilizan 12.9 horas.
En total, considerando los cuidados pasivos, las mujeres dedican en promedio 15.9 horas semanales más al cuidado que los hombres.
Excluyendo cuidados pasivos, la brecha se reduce a 6.9 horas.