Sólo lo justo para los que amamos el deporte
Jorge Luis Hernández / [email protected]
EMPIEZO CON
La todavía directora de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Ana Gabriela Guevara, quien en próximos días renunciará para contender por la gubernatura de su natal Sonora.
Me contó una fuente muy bien enterada al interior de Conade, que las cosas en dicho organismo están sin rumbo, pues el rumor de que la exvelocista dirá adiós crece cada día más. Por supuesto que motivos le sobran a Guevara para dejar el cargo, y van más allá del orgullo de representar el poder ejecutivo de la tierra que la vio nacer, sus razones son mucho más que “luchar” porque el progreso y bienestar de Sonora, sí, sus allegados le han comentado que ella cual “saeta”, no debe renunciar a volar, sino cambiar de aires.
El hecho de que Morena, en coalición con el Partido del Trabajo, la tengan en la mira para tomar la candidatura, le ha caído como ‘tenis al pie’, pues es bien sabido que las acusaciones por tráfico de influencias, desviación de recursos e intento de homicidio siguen pesando sobre la medallista olímpica, quien pese a que su “bandera” al llegar a la dirigencia de la Conade fue la de transparencia y cero corrupción, de lo único que se ha hablado durante su gestión, es de problemas y más problemas.
De confirmarse la renuncia de Guevara a la Conade y su candidatura en Sonora, estaría siguiendo los pasos de anteriores titulares del organismo que sólo utilizaron el puesto como trampolín para “brincar” a otros de mayor envergadura, confirmándose tres cosas puntuales: La primera es que la señora Guevara demostrará que ante los problemas que pesan sobre ella y la Conade, hará lo que mejor sabe hacer: “correr y, al mismo tiempo, saltar”; la segunda es que ese discurso de que al ser exatleta sabía las necesidades de estos, lo olvidó de la misma forma que los aires de claridad y honradez. Un servidor no la acusa, sólo remarcó lo que los propios deportistas han mencionado y las acusaciones que hacen sobre su persona y no se han esclarecido. Y tres –la más importante–, Ana Guevara, una de las deportistas mexicanas más exitosas de los últimos tiempos, se convirtió en lo que un día juro destruir. Al tiempo.
SIGO CON
Es cierto que jugar en el Manchester United y Real Madrid no lo hace cualquiera, mucho menos ser un referente al ataque, como máximo anotador de la Selección Mexicana de futbol.
Por eso, yo siempre hablé y aplaudí lo realizado por Javier Hernández Balcázar, futbolista mexicano al que le decían “El Chicharito” y quien tras un paso breve con las Chivas Rayadas del Guadalajara fue vendido al ManU con 22 años de edad y por una histórica cantidad de dinero. En el cuadro de la Premier League jugó, hizo goles, disputó una final de Champions League, se ganó a la afición de los reds devils y, sobre todo, mostró mucha madurez pese a ser muy joven.
Después llegó al cuadro merengue y pese a que le faltaron minutos y oportunidades en la cancha, destacó, hizo algunos goles y su carisma era algo incuestionable. El mote de “El Chicharito” lo tenía todo: gracia, inocencia y mucha, mucha mercadotecnia.
Javier empezó a cumplir años de edad y su rendimiento vino a menos, así como su capacidad de aceptar las críticas. Sí, al “Chicharito” le pasó lo contrario, en vez de madurar más con los años, comenzó a tomar actitudes negativas, desde menospreciar los llamados al cuadro tricolor, hasta pelearse a través de las redes sociales con periodistas y aficionados, comenzó a salir más en las revistas del corazón y demás.
Todo dio al traste cuando Javier decidió dejar al Sevilla, es decir Europa, para jugar en la MLS, obviamente movido por un jugoso contrato, olvidándose de la competitividad y el seguir creciendo. ¿Irse por dinero? Es válido, usted y yo lo haríamos, pero las formas cuentan.
En la MLS, Hernández se ha peleado con todo mundo, la prensa estadounidense lo critica fuertemente por su pobre desempeño con el Galaxy de Los Ángeles, asegurando que sus compañeros no logran entender la personalidad de “El Chicharito”. Recientemente dio una muestra de que está perdido en lo deportivo, pues incluso, Gerardo Martino, entrenador del Tricolor, le mandó un mensaje para que el nacido en Jalisco le bajara de una vez por todas, pues las declaraciones de Hernández son desafortunadas cada vez más, igual que su nivel futbolístico.
TERMINO CON
Y la gente regresó a los estadios del futbol mexicano. Sí, por el momento a algunos, pero al final del día, los clubes se salieron con la suya, pues me dicen que la Liga MX se vio obligada por la presión de los equipos –declarados en números rojos en temas financieros por la pandemia de coronavirus– no dejaban de preguntar cuándo podrían regresar los aficionados.
Tras muchas semanas de pláticas y acuerdos con los gobiernos federal y estatales, les dieron luz verde con las respectivas medidas de seguridad y protocolos de prevención, equipos como Necaxa, Mazatlán, Pachuca, Querétaro y Puebla ya podrán contar con aficionados en sus gradas.
¿Reprochable la medida? Usted tiene la mejor respuesta, pues hay que considerar que muchas familias dependen directa o indirectamente de este negocio, lo de la “gente en los estadios”, no solo reditúa para los clubes, también para mucha gente que se mueve en el entorno. El regreso de los aficionado a los estadios de futbol no es exclusivo de México, así lo hacen ya varias ligas y equipos en el mundo, pues la economía se tiene que reactivar. Pero si usted está pensando en asistir al inmueble, piénselo bien, pues está pandemia aún no termina, lo han mencionado diferentes autoridades.
Así que se debe entender que las medidas de llevar gente a los estadios no obedecen a que la crisis sanitaria se ha terminado, por el contrario, así que si asiste a un partido, siga todas las medidas sugeridas por las autoridades y clubes; de lo contrario, piénselo bien y parafraseando a aquel: “Quédese en casa”. ¡Hasta la próxima!