Por: Jorge Luis Hernández/ [email protected]
Ni más ni menos
EMPIEZO, SIGO Y TERMINO CON
¡Qué salven al Puebla! Es el grito desesperado de los aficionados al equipo de La Franja.
No, no sólo por el resultado del viernes pasado ante el León –que una vez más fue derrota–, este clamor va más allá de este juego, incluso más lejos del torneo mismo. Esta petición involucra a lo que el equipo es de un tiempo a la fecha.
Ciertamente, el Puebla es de esos equipos que nació con un aura importante en el futbol mexicano, de esas escuadras, que llegaron para quedarse.
Sus logros de antaño le permiten distinguirse como una escuadra con títulos de Liga, Copa y de la Concacaf y la etiqueta de “campeonísimo” como pocos en nuestro balompié.
Hasta ahí, todo bien, pero todo eso es historia, sí, este club tiene arraigo y una rica historia, lo malo es que en la actualidad no goza de un buen presente y mucho menos está garantizado su futuro. Aunado a que la afición comienza a hartarse de 30 años de carencias, rumores, descensos, desilusiones y uno que otro “chispazo”, es decir, “son muy pocos besos para un enamorado” diría una canción del fallecido Juan Gabriel.
Que tan pobres son los resultados en los últimos años de La Franja en la Primera División, que cada vez que desea realizar algún festejo o conmemoración, hay que “homenajear” a los mismos exjugadores por las mismas hazañas.
El plantel del campeonísimo de la temporada 1989-19090, como “El Capi” Roberto Ruiz Esparza, Carlos “Búfalo” Poblete, Jorge “El Mortero” Aravena, Pablo Larios (QEPD), Marcelino Bernal, Arturo Álvarez, el director técnico Manuel Lapuente, retumban una y otra vez, bien merecido, de acuerdo, pero de ahí nada que celebrar en los últimos años. Si acaso y en menor medida, el “cuadro del Puebla de ‘Chelís’”, los añorados “Chelisboys”.
La situación es clara, este equipo no tiene nada que presumir a la fecha, nada, bueno. Qué tan pobres o nulos son los resultados en la cancha, que han debido emplear estrategias para que por lo menos se hable de La Franja en redes sociales, algunos le llaman buenas “puntadas” y ocurrencias del Community Manager, otros lo vemos como un grito desesperado de que este equipo destaque en algo, porque en lo deportivo, a nivel nacional es ignorado, en el plano local, casi siempre con nota negativa por su “pobreza futbolística.
“ESTÁBAMOS MEJOR, CUANDO ESTÁBAMOS PEOR”
En cuestión de directivos, la afición camotera sigue añorando la gestión de Emilio Maurer.
Las nuevas generaciones, que nunca han visto al Puebla campeón pero que llevan La Franja en el corazón, suelen escuchar los relatos de sus padres y abuelos, acerca de aquellos “camoteros” imponentes, que hacían sufrir a los equipos grandes del balompié mexicano: América, Chivas, Cruz Azul y Pumas, ganaban copas y título de la Liga, sumaban puntos a granel y eran importantes en la Concacaf.
Y cada rival sabía de la dificultad que sería arrancar puntos en la visita al estadio Cuauhtémoc.
La otra cara de la moneda es que el tiempo no perdona, directivos han ido y venido y los resultados de más a menos, de menos a mucho menos y está a punto de quedar en nada.
Llegaron las épocas de los Bernat y los Henaine’, la “Chiquillada” y de lo que más se habló en esos tiempos fue de pleitos legales, descensos y probables mudanzas de la franquicia.
Llegaron los López Chargoy y se aventaron el “round” de levantar el desastre dejado por las anteriores directivas, calificando al equipo a la Liguilla en 2015 –la última a la fecha–, ganando Copa y Súper Copa y un repechaje a Copa Libertadores, lo último positivo que se le recuerda a La Franja.
Después llegó la Televisora del Ajusco, la afición creyó que los problemas se habían terminado. ¡Oh sorpresa!
La situación ha venido de peor a mucho peor, porque la empresa no ha mostrado buenos resultados, con ninguno de sus equipo.
Al Atlas y Morelia los “vendieron” y por eso ya toman decisiones deportivas. El dueño de la televisora ya no ve el futbol como buen negocio y buscaran nuevamente venderlo y sin previo aviso, al mejor postor. Recuerde usted que así se dio la venta de Monarcas Morelia a la plaza de Mazatlán.
Me dijeron fuentes bien enteradas que TV Azteca escuchará todas las ofertas, incluso de aquellos directivos que buscan “regresar” al máximo circuito a los Dorados de Sinaloa, los Potros del Atlante, Leones Negros de la UdeG y los que se sumen a la puja.
El Puebla es el equipo que más entrenadores ha cambiado de 2005 a la fecha, con 26 entrenadores, el que más veces, junto a los Tiburones Rojos del Veracruz –ya desaparecido– ha estado en el fondo de la tabla porcentual, de las peores ofensivas en los últimos cinco años (junto a Querétaro, Chivas, Morelia, Atlas, Veracruz y Necaxa), con un promedio de 19.5 goles por torneo.
En fin, números negativos por donde se le vea, ya que antes de la pandemia de coronavirus, registraba una asistencia de cerca de 15 mil aficionados durante los últimos cinco años, es decir, de los últimos cuatro en este rubro.
Tristemente podríamos estar viendo los últimos partidos de La Franja en la máxima categoría del futbol mexicano, un equipo histórico que hoy nada tiene que presumir y mucho que pedir, de entrada: ¡Qué salven al Puebla!