Por: Jorge Luis Hernández/ [email protected]
Ni más ni menos
EMPIEZO CON
Continúa el “calvario” de las Chivas. Más allá de los problemas extra cancha en los que se han visto involucrados algunos de sus jugadores en los últimos meses, la crisis deportiva por la que atraviesan, las quejas del plantel por la falta de pago de primas por obtención de títulos y demás, el tema “Angélica Fuentes” y el Club Deportivo Guadalajara no está terminado, es más, se vienen más ‘capítulos’ de esta novela.
Como lo mencioné en ediciones pasadas de esta columna, la exesposa de Jorge Vergara no se ha resignado a dejar por completo el futbol mexicano. La muestra fehaciente es que buscó con mucha insistencia adquirir una franquicia de primera división hace apenas algunos meses. De hecho tenía el visto bueno de Enrique Bonilla, presidente de la Liga MX, había hecho sus visitas a lo que sería su nueva “casa” y estadio, pero al final, una petición a los “dueños del balón” de Amaury Vergara, actual dueño de Chivas, terminó con el proyecto de la señora Fuentes.
Esa plaza y equipo eran Mazatlán, que al final se quedó bajo la administración del gobierno de dicho estado y Grupo Salinas. La empresaria terminó molesta con los dirigentes de la Liga MX y Chivas y prometió “volver a la carga”. En los últimos días –me dicen mis “antenas”– la señora Fuentes se ha dado a la tarea de buscar un equipo que le satisfaga en temas comerciales, que le reditúe en temas económicos y que esté en una ciudad más o menos tranquila y cuya afición sea fiel a sus colores –¿A poco no pensaron en el Puebla?– y una vez que logre llegar a un buen acuerdo, siempre y cuando se quite la “sombra de los Vergara”, volverá a lidiar por el Rebaño Sagrado, pues tiene la firme intención de recuperar las riendas del Guadalajara y no, no es por amor a la camiseta, sino que estando ahí se dio perfectamente cuenta lo que la marca Chivas es capaz de vender. Así que, ¡aguas!, le dicen los “dueños del balón” a Amaury.
SIGO CON
El lamentable fallecimiento del medallista olímpico Ernesto Canto, símbolo de la marcha mexicana y el deporte en nuestro país.
Hombre ganador, amable, conocedor e inteligente, no sólo destacó en su disciplina, en donde conquistó todo: Centroamericanos, Panamericanos, Olímpicos y Mundiales, sino en otras que la vida le fue poniendo por delante. También incursionó como comentarista, ostentó cargos públicos, encaminados al deporte o a la prevención del delito, pues además era un convencido de que la activación física era parte de la solución a muchos problemas de México. Siempre sonriente, –me consta, lo entrevisté– en una ocasión se detuvo a hablar con los más de 25 medios que estábamos en un evento de atletismo, con todos habló y de forma individual, a cada compañero, una entrevista.
Por eso la tristeza y nostalgia tras su partida, su áurea ganadora nunca estuvo “peleada” con su “yo interno”, la fuerza y resistencia que mostraba en las pistas, también las puso en práctica en la vida, perdió la “carrera contra el cáncer”, no sin antes haber disfrutado cada paso en el camino, se marchó, pero como los grandes: ganando todo y a todos.
TERMINO CON
El Puebla de La Franja y su aventura en el Torneo Guardianes está por llegar a su fin. Más allá de los resultados y los objetivos “cumplidos”, el técnico peruano Juan Reynoso no seguirá en el cuadro camotero. Sí, también se lo adelanté en este valioso espacio hace unas semanas, los motivos no sólo son porque al sudamericano lo están buscando en su país para dirigir a la selección inca, que, si bien es cierto, no es la principal causa, pues al exjugador de Cruz Azul y Necaxa ya lo habían buscado tiempo atrás, para sumarse al cuerpo técnico de Gareca, actual técnico del combinado peruano.
Reynoso, pase lo que pase, se irá, porque la directiva del Puebla sabe que incluso alcanzando el objetivo de quedar en los primeros 12, el funcionamiento del equipo dejó mucho qué desear, pues consideran que el plantel que le “armaron” tenía para dar mucho más y no calificar “arañando” la tabla. Además, muchos de los jugadores del plantel están conscientes de que se pudo haber dado más, jugar diferente, con más calidad y propuesta, y sin tanta especulación y sufrimiento.
No le diré la clásica frase de los medios comodinos: “Le tendieron la cama” al técnico, porque no fue así, de hecho es cierto que la relación entrenador-futbolistas es buena, pero eso no quita que sus pupilos vieran con desagrado sus planteamientos, por eso se va a ir.
En el Puebla se dan cuenta que ya no sería sano conservar a un director técnico que a la mayoría les cae bien, pero no logró convencer a sus jugadores de su “filosofía” en la cancha.
Lo de Reynoso a la Selección de Perú –si se da– le caería la directiva como “anillo al dedo”, pues se quitarían de la nada agradable escena de decirle al “Profe” Reynoso, gracias por participar.