En Puebla, al final de cada enero hay 30% más perros callejeros; lo peor son los ataques a peatones niños y adultos mayores, que están a fácil alcance de los animales.
Son los “regalos” de Navidad, fin de año y Día de Reyes que no les gustaron a los niños, son más “latosos”, voraces o grandes de lo esperado o sus necesidades de intervención médica rebasan el presupuesto familiar.
Los números están documentados. Mónica González, subdirectora de la Asociación Ángeles Peludos los expone como un problema real que se multiplica, en lugar de disminuir ante la conciencia creciente sobre evitar el maltrato animal.
Si bien hay más sensibilidad e información en las familias ante las conductas que deben evitarse para procurar buen trato a las mascotas, aún falla la parte de los cálculos, afirma.
EFECTO “NOVEDAD”
El gusto por la mascota nueva dura un mes. Está medido por las asociaciones como Ángeles Peludos; luego, el gasto, la necesidad de espacio y la limpieza imprescindible rebasan a niños y adultos.
Entonces, los compradores lanzan a la calle perros y gatos.
Argumentan que se extraviaron o aprovecharon una puerta abierta. Y cada año las organizaciones antimaltrato animal enfrentan la misma situación: saturación de sus sitios para rescatar a los nuevos vagabundos.
SIN CONCIENCIA
El faltante que Mónica González hace notar se encuentra en los números: dinero para vacunas y veterinario, metros cuadrados para la estancia y detergente y otros elementos de limpieza.
Y eso, dice ella, es falta de conciencia y, también, de responsabilidad.
Pero, primero, si los adultos pensaran en la mascota como “ser vivo” y no como “juguete”, comprenderían que se requiere un gasto fijo y otro eventual para la atención médica.
Vacunas, medicamentos y hasta operaciones son necesarios para el nuevo habitante.
Un paseo por las veterinarias cercanas permite darse una idea. También las preguntas directas a otros propietarios de las variedades de mascotas que se desean.
En segundo lugar, el espacio.
Dentro de casa, conviene visualizar, mucho antes de llevar al animal doméstico, qué muebles, aparatos, objetos hay y cuántos metros cuadrados son necesarios para tener una mascota.
Incluso búsquedas simples en internet dan buenas orientaciones; incluso hay videos tutoriales para hacer cálculos.
Y la labor más tediosa: ¿quién limpia desechos del cuerpo de estos seres vivos? La cantidad real suele rebasar suposiciones, afirma la entrevistada.