Diana López Silva
Que 64 de cada 100 poblanos lleguen a fin de este año con kilos de más no tiene como causa la pandemia de coronavirus sino los malos hábitos alimenticios que se acarrean desde antes.
La cifra es resultado del estudio realizado por la empresa de demoscopia Indicadores S. C.; y la explicación, de Lourdes Silva Fernández, directora de la Facultad de Nutrición de la UPAEP.
“En el caso de los niños, desde pequeños se van registrando problemas de obesidad y sobrepeso, encontrando que en primaria se registra 35% de niños con problemas de obesidad y sobrepeso y en caso de la secundaria la población ronda en el 40%, hasta llegar a la edad adulta en donde las cifras registran el 75% con problemas de obesidad y sobrepeso”, afirma.
La pandemia, con la carga de estrés que implica el temor al contagio o lidiar con la situación adversa de tener un enfermo en la familia, y el confinamiento obligado para evitar infección, no es la causa de los kilos ganados de marzo a diciembre, asegura la experta.
“El hecho de que la gente tenga la sensación de que al estar en la casa por el confinamiento está subiendo de peso, puede ser cierto, porque tiene cerca toda la comida, todo está disponible, o están comiendo de más por ansiedad o cualquier otro factor, pero aquí lo importante es que las personas tengan y desarrollen buenos hábitos alimenticios y hagan ejercicio” y, a la vez, sean disciplinadas en el consumo y horas de alimentación.
Señaló que, incluso si mañana terminara el confinamiento preventivo y se volviera a la calle, “se saldrá con los mismos hábitos alimenticios”, por ello exhortó a todas las personas a estar conscientes de lo que se come y cuánto ejercicio se hace.
“Come frutas y verduras”
Treinta años de escuchar la frase hasta utilizarla en chistes y hasta videos de Tik Tok, y se ha quedado sólo en ruido.
Lo cree así la especialista en nutrición Lourdes Silva Fernández, quien se remite a las cifras de la encuesta Encuesta Nacional de Salud y Nutrición que revela que el sobrepeso y la obesidad aumentan con aceleración, a pesar de la penetración del mensaje.
Les llega, pero no los mueve el eslogan, advierte la experta sobre los mexicanos, que prefieren, cada vez con más frecuencia, grasas, azúcares y harinas.
No sólo en golosinas sino en las preparaciones: fritos, rebosados. Incluso lo “asado” se entiende como “un chorrito de aceite para que no se pegue” y los alimentos verdes están ausentes de los menús cotidianos.
Defensas frente a virus se debilitan con “gustos”
Quienes comen sólo lo que les gusta, van a estar mal alimentados frente a la pandemia de COVID-19, opinan especialistas.
Para Leticia López Posada, coordinadora de la Licenciatura en Nutrición y Ciencia de los Alimentos de la Ibero Puebla, este escenario permite a la población valorar la salud desde el enfoque de defensas: el sistema inmunológico pierde capacidad y hasta posibilidad de respuesta en presencia de exceso de grasa.
El tejido adiposo, la obesidad en sí, obstruye y retarda la respuesta del cuerpo.
Subrayó López Posada que verduras frescas e hidratación son los flancos débiles de la dieta en general. Y no se consumen vegetales ni agua simple porque a las personas “no les gusta”.
Y deben salir del menú los precocinados y los industrializados, los favoritos de niños y adolescentes, enfatizó.