Chicomecóatl, la diosa del maíz –una deídad de la cultura mexica– y Cipactli –una criatura azteca mitad cocodrilo y mitad pez– no salían de la mente del artista Óscar Pinto, quien plasmó la Comunidad del Maíz en los costados de un autobús, que recorrera las 32 regiones de Pueblacomo un homenaje a la base de la gastronomía mexicana.
La unidad es de la Secretaría de Cultura estatal y llevará música, teatro y danza al interior del estado, como parte de las Caravanas interculturales, que organiza la dependencia. El también arquitecto, es originario de Cozumel, Quintana Roo y decidió pintar las figuras mexicas y aztecas, porque representan la identidad y creencias de los mexicanos.
Para ello, invirtió cuatro semanas, alrededor de 200 horas de trabajo y la ayuda de su hermano Manuel Pinto y Jacob Nieva, quien se unió a su equipo para pintar en el lienzo de 75 metros cuadrados en el que se convirtió el autobús, así como el uso de 20 litros de pintura.
El artista de 27 años, asegura tener un profundo amor a Puebla, en donde vive desde hace ocho años. Ha trabajado en proyectos como la intervención de un barco abandonado, encallado en Cozumel, Quintana Roo, como parte de una iniciativa de recuperación de espacios públicos, trabajo en material no tan común, que le abrió más puertas.
Óscar Pinto se considera un productor multifacético, que va de estilos pictóricos como el cubismo, hasta lo figurativo con la representación de la realidad a través de la pintura, pero la pandemia lo ha llevado a explorar más sobre la cultura Maya.
Ese interés lo llevó a investigar sobre simbolismo prehispánico, que ha aplicado en su obra más reciente. La propagación de la COVID-19 dificultó la realización de diversas actividades artísticas al no ser actividades esenciales, pero para personas como Óscar, el tiempo libre en la contingencia sanitaria les ha servido para investigar y retomar el vuelo en el arte contemporáneo y recargar las pilas.