Es relativo
Lic. Guillermo Pacheco Pulido
Recordemos que la vida no es
un problema para ser resuelto,
es un misterio para ser vivido
Todas las mujeres y hombres que forjan instituciones y construyen poblaciones se deben considerar como héroes. Arriesgan su vida, a sus familias por generar en las mentes la idea de libertad, de independencia, de justicia, de honor y de dignidad.
Así han surgido múltiples poblaciones o Estados de los que hay que hablar y mencionar la historia de los hombres y mujeres libres.
Cuando hablamos de los Estados Unidos de Norteamérica, por encima de cualquier otra circunstancia, tenemos que reconocer que sus fundadores fueron seguros visionarios, indiscutibles patriotas, políticos y humanistas convencidos de sus ideales para construir un fuerte Estado que a través de los tiempos marca el rumbo económico de la humanidad, siendo hoy el tercer país más grande del mundo en cuanto a población y cuarto lugar en superficie.
Sus históricos símbolos públicos son la Declaración de Independencia, su bandera, el águila calva, la Campana de la Libertad, la Estatua de la Libertad, el Himno Nacional y el Gran Sello; se agrega al bisonte americano y el búfalo.
La historia considera y reconoce como fundadores de los Estados Unidos de Norteamérica a John Adams, Benjamin Franklin, Alexander Hamilton, John Jay, Thomas Jefferson, James Madison y George Washington, todos con presencia y visión de heroicidad. Su meta era ir más allá de ellos mismos.
Estos hombres, los debemos ubicar en su época, tiempo y circunstancias políticas y sociales, vivían en Inglaterra y la mayoría era gente que tenía suficientes medios económicos; eran personas de cultura que sabían de la historia de Grecia y Roma, que habían leído a los clásicos como Cicerón, Virgilio, Tácito, Platón, Horacio, Sócrates y Aristóteles, esto lo demostraban en sus discursos cuando discutieron la fundación de la Independencia y la creación de la primera Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica, eran –pues– unos verdaderos hombres de Estado.
Debemos conocer esas etapas de trascendencia que influyeron en la Constitución Francesa y en la evolución de otros pueblos del mundo con su filosofía ética y jurídica. Debemos ser objetivos y realistas, por encima de pasiones y prejuicios humanos, con razonabilidad analicemos sus épocas de nacimiento y el esfuerzo para construir instituciones que son base de todo equilibrio social.
Estos hombres habían llegado de Inglaterra a colonizar las tierras que le pertenecían a esta nación.
Cabe señalar que parte de estas tierras estaban ocupadas por los denominados indios americanos, los apaches, los sioux, los cherokee, los cheyenes, los pies negros, los navajos, los pieles rojas y otros grupos que podríamos considerar como los primeros pobladores de esos territorios y que también escribieron la historia de los Estados Unidos de Norteamérica.
Parte importante de la fundación de los Estados Unidos está relacionada con estos grupos originarios. Hay una historia del jefe indio Toro Sentado, muy conocido por haber celebrado y triunfado en la batalla de Little Bighorn, el 25 de junio de 1876.
Es importante recordar que de las 50 entidades que hoy integran Estados Unidos de Norteamérica, la mayoría deben su nombre o tienen raíces indígenas.
Como muchas historias en el mundo, a veces los orígenes requieren de mayor investigación; en los Estados Unidos se da este fenómeno ya que se señala en un principio su origen relacionándolo con el descubrimiento de América por Cristóbal Colón, también se relaciona su origen con la llegada a esas tierras con el navío Mayflower, alrededor de 1600, barco que transportaba a los peregrinos (pentecostés) desde Inglaterra hasta Plymouth Rock.
No deja de ser importante el conocer la presencia de integrantes de las tribus que vivieron en el territorio norteamericano, su cultura, su legislación, sus creencias, sus ritos y costumbres.
La historia de Estados Unidos se va multiplicando a partir de la presencia y contacto con la gente europea como es natural.
De hecho, pues, Estados Unidos surge a partir de la colonización histórica entre los siglos XVII y XVIII en que se fundaron las 13 colonias. Se menciona en la investigación, que previamente a estas trece colonias, hubo un grupo de colonizadores ingleses que fundaron una pequeña aldea en Jamestown (Virginia), portando una cédula Real del Rey Jaime I de Inglaterra que los autorizaba a esa fundación.
Queda precisado que se fundaron trece colonias británicas en la costa Este de América del Norte en los siglos XVII y XVIII ya mencionados.
Fueron los denominados Puritanos ingleses quienes establecieron varias colonias en el área denominada Nueva Inglaterra.
Las 13 colonias: Massachusetts, Nuevo Hampshire, Rhode Island, Connecticut, Nueva York, Pensilvania, Nueva Jersey, Delaware, Maryland, Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Georgia.
Estas trece colonias escriben su grandiosa historia en la lucha por lograr su Independencia del reino de la Gran Bretaña (entre 1775 y 1783), finalizando la lucha con la derrota británica en la batalla de Yorktown y la firma del Tratado de París.
Los países que ayudaron para conseguir la independencia fueron Francia, España, República de Vermont y los Países Bajos.
El 4 de julio de 1776 se firma la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica, que es un documento aprobado por el Segundo Congreso Continental en la Cámara Estatal de Pensilvania (ahora Salón de la Independencia).
Thomas Jefferson fue el que redactó dicho documento, participando John Adams, Benjamin Franklin, Roger Sherman y Robert R. Livingston.
Washington fue el comandante en jefe del Ejército Continental, que luchó por la Independencia.
Después de varios hechos de armas el Congreso Continental, reunidos los integrantes de la Convención de Filadelfia, el 4 de julio de 1776 se aprueba la Independencia de las 13 colonias. Además, el nombre de Estados Unidos de Norteamérica fue propuesto por Thomas Paine y se usó por primera vez en la Declaración de Independencia.
Vamos observando cómo se va construyendo un país, cuáles son sus raíces, sus principios y sus ideales.
Otra etapa histórica, tanto en el aspecto humano como económico de gran trascendencia para los Estados Unidos de Norteamérica, fue la denominada Guerra Civil o Guerra de Secesión, en la que lamentablemente perdieron la vida miles de soldados.
Se generó con dicha guerra que los estados del sur (esclavistas), se separaran de Estados Unidos y crearan otro país independiente integrado por una Confederación de Estados de América.
Se luchaba por suprimir la esclavitud a propuestas de los Estados del Norte (antiesclavistas).
La guerra la ganaron los Estados del Norte y el presidente de los Estados Unidos Abraham Lincoln promulgó el Decreto de la Declaración de Libertad de todos los esclavos, con fecha 1 de enero de 1863, decreto que se ratificó con una enmienda constitucional en 1865.
Se reconoce que a partir de ese hecho histórico empezó el gran desarrollo económico de los Estados Unidos de América, convirtiéndose –como lo es– en una de las primeras potencias de desarrollo en el mundo.
Todos estos hechos son de interés no solamente por aspecto de cultura, sino para comprender a fondo el significado de la esclavitud y la dimensión del hombre libre en uso de su dignidad y sus derechos.
Estados Unidos ha tenido 46 presidentes a partir de George Washington (1784-1797), y actualmente Joseph Robinette Biden, que siempre ha hablado de formar un espíritu de unidad nacional para “mostrar la resistencia, el heroísmo y el compromiso unificado del pueblo estadounidense de unirse como nación para sanar y reconstruirse…”
Debemos ratificar, aceptar y entender que todos los pueblos del mundo han utilizado la racionalidad para dirigir un gobierno, la institucionalidad para construir firmeza política y con los valores éticos para confrontar a la colectividad.
Una leída a los discursos para lograr su Independencia, así como los mensajes de sus presidentes al tomar posesión de su cargo, nos dan la dimensión de su historia que se basa en buscar la unidad de los pueblos del mundo para salvar al mundo.
Veamos así a todos los pueblos del mundo, unidos con sentido humanista para que no se destruya el espíritu de la civilización y para fortalecer el respeto a la dignidad humana.
Siete mil quinientos millones de personas quieren levantar la bandera Universal de Unidad de todas las voluntades, actuemos, pensemos, trabajemos de esa manera.
No hay otra forma de supervivencia sin el respeto entre los hombres y los pueblos.
La unidad construye, se salva el espíritu de la civilización con responsable unidad. Unidad que es la razonada obligación de la historia de todos los seres humanos y de todos los pueblos y gobiernos del mundo.