Manuel Martínez Benítez / @manuelmtzb
Ya estamos en el proceso electoral 2021 en Puebla, con más de diez días de iniciadas las campañas federales. Vemos (algunos) candidatos recorriendo calles, otros haciendo algunas propuestas, y unos más metidos en escándalos o dimes y diretes; es decir, en campaña
Pero también comenzamos a ver algunas encuestas publicadas sobre la “intención de voto” para algunos cargos de elección popular en disputa este 6 de junio. Si no se lo he dicho, yo en primera instancia soy encuestador y tomo esta oportunidad para platicarle un poco lo que, desde mi experiencia y forma de ver las cosas, creo que Usted debería ver y buscar en una encuesta cuando es publicada.
Es más, comencemos por definir qué es una encuesta: un instrumento basado en una técnica científica cuantitativa con parámetros matemáticos que se hace con base en un muestreo. Es decir, una encuesta bien hecha tiene una metodología detrás y eso es lo primero que usted debe verificar.
Esta metodología que usted debe buscar en un estudio debe precisar cómo se hizo la encuesta, es decir, si por teléfono, cara a cara o por internet. Las más exactas son las hechas en vivienda o cara a cara porque, al hacerlas así, el encuestador mira al encuestado, verifica que sea el que tiene credencial para votar o residencia en el lugar de interés y, si el muestreo está bien hecho, es el informador correcto en el lugar correcto.
No digo que las encuestas por internet o telefónicas no sirvan, pero dejan fuera a la gente que no tiene acceso a teléfono, o a servicio de internet, y el electorado real se compone de todos los ciudadanos, de modo que por vía remota no se pide la opinión de todos los que deberían ser incluidos; por ende, no tienen toda la exactitud de las encuestas presenciales.
También nos tienen que decir cómo se hizo la encuesta, qué técnica se usó, el tamaño de la muestra. Una muestra está hecha con base en una fórmula matemática internacional validada y aceptada, determina el margen de error, que es el error estadístico aceptado en los resultados con base en el tamaño de entrevistas que haremos.
Le explico: en general, una encuesta en Puebla de mil entrevistas tiene un margen de error de ±3.0% o ±3.1%, es decir que cualquier resultado que Usted vea tiene una variante de 3%. Si dice que 60% de la gente prefiere los chicles sabor plátano, significa que entre el 57% y el 63% de los encuestados tiene esa preferencia.
Le tengo que decir que lo mínimo recomendable para una encuesta en cuanto a margen de error es de ±5.0%; si Usted ve una con más, es una encuesta que tiene varios problemas en sus datos. Este margen corresponde a más o menos 400 entrevistas en Puebla.
Aquí me detengo para responder a una pregunta que me repiten cuando hablo de muestra: ¿cómo es posible que con mil entrevistas se sepa la opinión de los mexicanos (o poblanos o cualquier segmento)?
Esto no es algo que inventemos mis colegas (varios de ellos, amigos) encuestadores; es un modelo matemático probado y validado, que de hacerse correctamente en número de entrevistas y segmentación –dónde y a quiénes aplicarla– es válida estadísticamente con el margen de error que declare.
Por ejemplo, si Usted hace una sopa, no debe comerse toda para verificar a qué sabe; cuando está lista, toma una cuchara, revuelve la sopa, y una vez que está mezclada y homogénea, toma una cucharadita y prueba. Así, sabe si le falta sal, algún ingrediente o que está perfecta.
Por favor, una vez que vea la encuesta y busque su metodología, el tipo de levantamiento que se hizo, el margen de error y tamaño de muestra, le pido que vea cuándo fue hecha. Cada una tiene una validez de tiempo. Seguro que ha escuchado: “las encuestas son una foto del momento” y eso es cierto: el resultado puede ser válido para esos días pero NO para otras dos semanas, dos meses ni mucho menos un año después.
Por último, vea quién hizo la encuesta: que la empresa que la realizó dé su nombre, que ponga su personalidad a respaldar sus datos.
En estas fechas aparecen y desaparecen muchas encuestadoras en el país. Quienes nos dedicamos a esto ponemos en juego siempre nuestro prestigio, damos la cara. Pero, también fíjese quién la publica; si no están a la vista los datos de metodología, ponga en duda los datos e interpretaciones.
Por cierto, una encuesta no es una bola de cristal, no adivina un resultado, no sirve como pieza de comunicación, una encuesta no es para declarar un ganador de algo. Es un instrumento que sirve para describir algo, generalmente para describir el comportamiento electoral de un grupo de ciudadanos. Pero tiene reglas y un margen de error.
Y tiene limitaciones: con las encuestas medimos a la gente, a la población objetivo, y en el caso de las elecciones en México, y en Puebla, no se mide a la gente que de verdad va a ir a votar –por decisión de los propios entrevistados durante la jornada electoral– y por eso a veces los resultados pueden variar.
Por ello, recomiendo que no sólo vea solo una variable (generalmente la de intención de voto) sino algunas otras que den el contexto para poder describir y acercarnos más a la realidad que estamos estudiando. Déjeme darle otro ejemplo con chicles.
Supongamos que le presento una encuesta en que la gente dijo que prefiere 50% los chicles de plátano, 30% los de fresa y 20% de otros sabores, con margen de error de ±5.0%; así que los resultados pueden ser 45% para los que prefieren chicles de plátano y 35% para fresa y ya la distancia entre los dos se acorta, ¿no?
Y sería muy útil saber cuánta gente va a comprar chicles, lo que puede cambiar todo, porque imagínese usted que la mayoría prefiere chicles de plátano pero sólo 50% de la gente va a ir a comprar; y, visto de cerca, quienes sí van a comprar son los que prefieren fresa. Esto no quiere decir que la encuesta se equivocó en un principio, sino que en todo el contexto del hábito de los consumidores de chicle hay comportamientos diversos; así que estamos obligados a revisar todo para entender lo que se intenta estudiar y describir.
La última recomendación que le solicito me acepte es que, en una encuesta, vea qué información se le presenta; y sobre todo, le pido encarecidamente que confíe en aquellos que nos dedicamos profesionalmente a esto, le juro que varios nos hemos preparado por años y algunos estamos en Puebla. Saludo a todos ellos.