La Secretaría de Educación Pública (SEP) dejará a partir del 30 de agosto en directivos de las escuelas y docentes de todo el país, la responsabilidad de elegir la forma en que evaluarán a sus alumnos y conocer el nivel académico con el que regresarán a clases presenciales, luego de 53 semanas de confinamiento obligatorio por causa de la pandemia de COVID-19, al no existir planes de diagnóstico universal para ello, lo que impedirá tener diagnósticos comparables para diseñar políticas públicas basadas en evidencia, advierte el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
A través de su análisis “Escuelas y maestros con responsabilidad de evaluar a alumnos, pero sin herramientas ni un plan accionable”, el IMCO revisó el plan de la SEP para evaluar el rezago de niños, niñas y adolescentes en este regreso a las aulas y lo contrastó con la experiencia de países como Brasil, Chile, Estados Unidos y Países Bajos, y destacó que México optó por una evaluación formativa, con la que deja la responsabilidad a cada maestro con la elaboración de materiales para mejorar su propio proceso académico educativo de enseñanza-aprendizaje.
SIN HERRAMIENTAS
El Instituto Mexicano para la Competitividad subrayó en su análisis que el dejar la responsabilidad a docentes para evaluar el rezago de los alumnos en este regreso a clases, no contarán con las herramientas para cumplir con esta tarea, ya que no existe capacitación, mediciones de habilidades socioemocionales y guías más detalladas para aprovechar los resultados.
Esta evaluación no será sistematizada ni comparable, ya que los hallazgos no podrán ser comparables y no podrán ser utilizados como evidencia para la toma de decisiones a nivel nacional.
Finalmente destaca que no habrá seguimiento sobre este proceso, toda vez que la evaluación solo se contempla al principio del ciclo escolar y no durante todo el ciclo escolar, por lo que no será posible monitorear el impacto de las acciones de remediación y crear ciclos de mejora al ajustarlas si fuera necesario.
El Instituto Mexicano para la Competitividad refiere que la mayoría de los países analizados apostaron por evaluaciones estandarizadas y comparables, lo que contrasta con lo presentado por la SEP, que aunque esto puede representar un arranque para un primer diagnóstico, en México se debería definir una nueva fecha para la evaluación del Plan Nacional de Evaluación de Aprendizajes (Planea), de la cual no hay certeza sobre su aplicación.
SECUELAS
El IMCO advierte que la pérdida de aprendizajes es una de las secuelas más severas que ha dejado la pandemia y que pone en riesgo el futuro profesional del talento más joven, y subraya que esta situación provocó un rezago educativo que equivale a, por lo menos, 1.8 años de escolaridad según el Banco Mundial.
Es posible revertirla con acciones para garantizar los aprendizajes prioritarios de todos los estudiantes. Para ello el IMCO Propone:
Usar este ciclo escolar como un periodo extraordinario de recuperación con acciones robustas de diagnóstico y atención académica.
Esto implica que, durante el ciclo escolar, las escuelas apliquen evaluaciones más de una vez y que la SEP incremente la capacitación, las herramientas y el seguimiento para acompañar a los docentes en este proceso.
Incluir evaluaciones estandarizadas de aprendizajes de los alumnos en la valoración diagnóstica, aprovechar la experiencia que se ha generado en México con pruebas nacionales (como Planea) e internacionales (como PISA). (La Crónica de Hoy)