Por: Andrea Macías Tarno
Queridos lectores, les saludo con el gusto de siempre, ya lista para hablarles de un acontecimiento astrológico muy importante hoy: el eclipse solar en el signo de Cáncer, por lo que tanto las personas que pertenecen a este signo, así como el área de nuestra carta natal que lo contiene, están siendo receptores de esta potente energía que revisaremos para aprovecharla de la mejor forma y la intensidad emocional propia de los eclipses, no nos desborde.
Este eclipse solar en Cáncer y el del 5 de julio que será lunar en Capricornio, cierran un ciclo importante de eclipses en este par de signos, así como en las casas astrológicas que contienen esta energía en nuestra carta natal.
Todo este cambio y transformación iniciaron en el verano de 2018, así que recuerden qué pasaba en sus vidas y qué ha estado sucediendo hasta el momento, pues este año cerramos el capítulo y necesitamos dejar en orden estas áreas de nuestra vida para ir hacia los nuevos temas y aprendizajes que nos esperan.
Básicamente, la energía de estos signos va en la búsqueda de seguridad material contra lo emocional, vida familiar ante la vida profesional, vulnerabilidad contra fortaleza, lograr nuestra autonomía emocional y qué tanto el deber ser nos aleja de ser.
Literal, la energía de los eclipses en este eje antes de irse, nos mandó a todos a casa a revisar lo que en verdad es importante. Los eclipses solares son lunas nuevas muy potentes, es decir, la luna y el sol se unen para sumar su fuerza y energía, en este caso este eclipse va de la mano con el solsticio de verano y los cero grados del signo de Cáncer, extremadamente sensible que marca el inicio de un ciclo de gran crecimiento.
Otra característica de este eclipse es que se da junto con el Nodo Norte, punto que indica hacia donde tenemos que ir, así se convierte en una gran oportunidad para reescribir algún capítulo de nuestra vida o cambiar de rumbo para reconectar con el propósito de nuestra alma.
La energía de los eclipses no sólo está el día en que suceden sino a lo largo de seis meses aproximadamente, tiempo en el cual estaremos viendo el resultado o culminación de lo que nace ahora.
Recordemos que a este eclipse solar lo acompaña el planeta Mercurio, que se encuentra retrógrado, así que el pasado puede estar muy presente, lo que no se ha sanado, temas relacionados con nuestras raíces y patrones familiares que están en un momento de cambio y renovación.
En México, hoy celebramos el Día del Padre y a pesar de las restricciones de reuniones o festejos, estemos o no estemos con nuestro padre, esté vivo o haya partido, podemos sentir nostalgia por el pasado y una fuerte conexión emocional que nos puede desbordar, y con el planeta de la comunicación retrógrado, es importante cuidar nuestras palabras y el impacto que estas pueden tener en los demás, por lo que es mejor retirarse antes de iniciar una discusión bajo los influjos del eclipse.
Este evento representa un momento de renacimiento, de parirnos a nosotros mismos, de aplicar lo aprendido y soltar aquello que nos es familiar porque no aporta nada positivo a nuestra vida. De revisar no sólo la casa que habitamos sino nuestra casa interior y si está en condiciones o no para recibir lo nuevo que está llegando.
Me despido deseando que esta temporada de turbulencia e intensidad los lleve de regreso a ustedes mismos y a su centro. Si se sienten muy abrumados, recuerden respirar, pues es así como iniciamos la vida. ¡Hasta la próxima!