Mario Galeana
Una pata, de cabra; la otra, de gallo, enrollada por una serpiente y, más arriba, ¡sorpresa!, El Diablo de la 9 Norte muestra tres penes desnudos.
Pleno centro histórico, plena vía pública, Satanás de resina de vidrio se muestra impúdico.
Cuesta 2 mil pesos y sus vendedores lo exhiben junto a San Judas, el protector de quienes piden imposibles y rescata causas perdidas.
Rostro, brazos y torso del demonio son rojos, musculosos.
Tiene tres profundos arañazos en cada pectoral.
Sobre la mano, aunque no está presente en la foto, carga una guadaña.
Los propietarios de la comercializadora San Miguel aseguran que el uso de este chamuco “depende” de las razones que se busquen. Uno son los rituales asociados al dinero.
Comparten escaparate Tadeo, la Santa Muerte y Jesús Malverde, el santo de los narcos, con camisa tapizada de dólares.
¿Por qué está así de obsceno El Chanclas? El Malleus Maleficarum, escrito por Heinrich Kramer, define y caracteriza a las brujas de la Edad Media. De los relatos que ahí se encuen- tran salió el diseño del cuerpo del enemigo de la cristiandad.