Justo al centro de la “banca”, William O. Jenkins toma un descanso junto con sus compañeros de raqueta en el club que se fundó en 1914 y al que era asiduo el multimillonario estadounidense, quien donó dinero para restaurar las canchas de tenis, su pasión, y luego compró las acciones del centro deportivo en 1954.
Fotografía: cortesía El Expediente de Puebla