Junto con el Pathé, el Lux, el Rivoli y el Venecia, el Olympia fue uno de los primeros cines que hubo en la ciudad de Puebla.
Fue en 1906, aproximadamente, gracias al ingeniero Salvador Toscano, que se instalaron estos maravillosos recintos donde la imaginación, las emociones, la pasión, el humor y la alegría hicieron la vida más amable a cientos de poblanos.
El Olympia era muy pequeño, como todos los anteriores, y lamentablemente ya no sobrevivió a la década de los 30, cuando el cine silente pasó a la historia y nació y tomó auge el hablado.
Con el tiempo llegarían teatros más grandes, como el icónico Variedades, pero la magia del séptimo arte quedó sembrada en el Olympia. Con información de Cineforever