En el 2002 se graduó de la carrera de periodismo en la escuela Carlos Septién, desde ese momento eligió la fotografía como su medio de expresión para poder vincular la estética y la información en una sola actividad.
Durante 15 años la fotografía documental, la publicidad y –por último– la imagen editorial le dieron las herramientas conceptuales para entrar en su siguiente forma de expresión, el arte.
Desde pequeño, por influencia familiar, la obra plástica fue una inquietud y una habilidad que tardó en florecer, a la edad de 35 años abandonó la publicidad y los medios de comunicación y se aventuró en el aprendizaje autodidacta de la plástica tradicional.
Desde entonces la exploración de técnicas tradicionales, se une con herramientas actuales para producir obras puristas o eclécticas. La escultura de gran formato fue una de sus primeras iniciativas, más adelante la combinación de artes digitales y la plástica tradicional y por ultimo el óleo como su forma íntima de creación.
Actualmente continúa desarrollando ideas en múltiples técnicas y conceptos, diseño de moda, muebles, escultura, artes digitales y por supuesto la obra plástica.
Para Mauricio Sagástegui, expresarse de manera íntima por medio del lienzo y el pincel resulta la actividad más importante pues, como dice el propio autor: “Ningún producto artístico o concepto funcional puede tener sentido sin el paréntesis existencial que representa mi pintura”.
«Existimos en una dimensión dual, todo tiene su opuesto o complementario según lo decidamos. Algo interesante es que todo esta mezclado, transitamos el tiempo cambiando e intercambiando de todo, cuerpo emociones, ideas. Esta pintura es una búsqueda por hablar de la unidad y la separación al mismo tiempo, es una metáfora básica para soñar con la unidad, con la posibilidad de entender que todo vive y muere al mismo tiempo.
La comparto con gusto y les deseo buenas cosas para su vida».
Mauricio Sagástegui