Mario Galeana
Es casi como leer un manual de instrucciones para fundar una ciudad. Hay una lista con las familias autorizadas para habitarla, un decreto por el cual se nombra al obispo que se hará cargo de ella, un mapa que indica la traza sobre la que será erigida, la descripción del escudo bajo el cual será representada y la descripción de las instituciones que habrán de regir su vida.
Todo ello está escrito en 21 documentos fechados entre los siglos XVI y XIX, que fueron digitalizados de tres archivos históricos distintos para ser expuestos en “Puebla virreinal: 21 joyas documentales”, la primera exposición digital del Museo Amparo.
“No es una historia de la fundación de Puebla, sino que es un compendio de pretextos para asomarnos a distintos aspectos que dan cuenta del germinar de la ciudad, de sus autoridades y de sus instituciones”, explicó Abraham Villavicencio García, uno de los dos curadores de la exposición, junto a Adrián Hernández González.
Los legajos fueron extraídos a partir del Archivo Histórico Municipal del Ayuntamiento de Puebla, del Archivo Histórico Diocesano de la Catedral Basílica de Puebla, y del Archivo General de Indias de Sevilla, en España, y se encuentran divididos en cuatro núcleos.
El primero da cuenta de los documentos fundacionales de la ciudad, entre los que destaca la Real provisión que dio a Puebla su escudo de armas en 1538. Se trata de un pergamino firmado por la reina Isabel de Portugal que, en representación de su esposo Carlos I, autorizó la formación del gobierno en la ciudad.
El documento es por sí mismo una joya artesanal: escrito a mano, describe el escudo de Puebla, que será una ciudad de oro bordeada por cinco torres y sostenida por dos ángeles vestidos de blanco y engalanados de colores púrpura. El lema inscrito proviene del Salmo 91 de la biblia Vulgata: “Angelis suis mandavidete vicustodiantte in omnibus viis tuis”, es decir, “Dios ordenó a sus ángeles que te guarden en todos tus caminos”.
Pero el documento más antiguo de este núcleo es, en realidad, un testimonio suscrito en 1526 que da cuenta de la designación del fraile dominico Julián Garcés como obispo de Puebla de los Ángeles, que por aquella época estaba situada en Tlaxcala.
“La diócesis migró por varias sedes”, detalló Villavicencio García. “Primero tuvo una diócesis simbólica en Yucatán, después en Tlaxcala y finalmente en Tenochtitlan. Este es un documento que fue escrito en un periodo previo a la consolidación del Virreinato”.
Y agregó Hernández González la particularidad de aquel tiempo: “Hay que recordar que la misma Corte de Castilla era nómada, no había un asiento, Madrid no era la capital. La capital se encontraba donde el rey se encontrara”.
LA URBE Y SUS INSTITUCIONES
El tercero y cuarto núcleo de la exposición digital están dedicados a la construcción de la ciudad y a la formación de las instituciones que rigieron su vida.
Entre estos destaca, por ejemplo, un documento de 1532 que enlista, por nombre y apellido, a los primeros 34 jefes de familia que se establecieron, primero, en la zona que hoy se conoce como El Alto, y después, a causa del desbordamiento de los ríos, en el poniente de San Francisco.
También se encuentra el escudo de armas otorgado a Gonzalo Díaz de Vargas en 1538, un conquistador que participó en la conquista de Tenochtitlan junto a Hernán Cortés y que terminó asentándose en la ciudad de Puebla a partir de 1530 y gobernándola como regidor del ayuntamiento durante 20 años.
Otro de los documentos exhibidos en este núcleo es un mapa trazado más de siglo y medio después por Cristóbal de Guadalajara, un sacerdote que nació en Ciudad de México pero se mudó a Puebla a finales del siglo XVII.
El mapa sugiere que la ciudad estaba orientada para respetar la dirección de la Catedral, y en función de la plaza y de ésta se trazó el resto de la cuadrícula. Para entonces, “Puebla ya era una ciudad consolidada, con una pujanza económica que en algún punto llegó a superar a la Ciudad de México”, apuntó Hernández González.
El plano fue trazado con la intención de mejorar la administración fiscal, urbana y social de los solares, que eran las propiedades inmobiliarias de la ciudad.
En esa misma época también se escribieron testimonios que dan cuenta de la intención de crear conventos, hospitales, hospicios e instituciones de caridad para los habitantes.
Uno de estos fue la casa de los niños expósitos de San Cristóbal, cuya edificación fue planeada desde 1596, según los documentos de la exposición digital. El edificio de aquel albergue aún se conserva en la calle 4 Norte, aunque actualmente es sede de la escuela primaria Himno Nacional.
“Hemos buscado que estos documentos nos hagan sentido a partir de esos espacios cotidianos de la ciudad que transitamos todos los días. En la época, las antiguas fundaciones religiosas no sólo tenían un papel doctrinal, sino que prestaban servicios a la ciudad, puesto que no existían ideas hoy consolidadas como la salud o la educación públicas”, señaló el curador.
LA ÚLTIMA ETAPA: LA PUEBLA BORBÓNICA
El último núcleo de la exposición abunda, a partir de cuatro documentos, en las transformaciones que ocurrieron en Puebla con el ascenso de la monarquía Borbón al trono de España.
“¿Por qué es importante esta era? Porque es aquí cuando se ordena que la doctrina a los indígenas se dé en castellano. Y ese gesto que puede parecer secundario representa, en realidad, el primer proceso de homogenización cultural que, en el caso de México, continuó hasta muy entrado el siglo XX”, enfatizó Villavicencio.
De tal forma que, para los curadores, es en este siglo XVIII cuando se constituyen algunas de las jerarquías y formas institucionales que podrían persistir hasta el presente.
El documento más reciente de la exposición está fechado en 1831 y consiste en las ordenanzas municipales del ayuntamiento de Puebla, que son el cuerpo de leyes que conformó a todo el aparato gubernamental.
“Por supuesto que en esa época había un emperador y con el tiempo habrá presidentes y elecciones, pero muchas de las formas administrativas que se gestaron en la época virreinal y la era borbónica pervivieron porque ya funcionaban; era ilógico desmantelar un Estado que estaba funcionando para crear una propuesta azarosa. Muchos de los modos administrativos van más allá de lo que nosotros podemos reconocer como una fecha parteaguas en los procesos políticos”, analizó.
La exposición digital puede ser consultada en el enlace https://museoamparo.online/, donde permanecerá alojada hasta el 31 de mayo.