Con el programa especial del gobierno de Suiza, este patrimonio de museos comunitarios poblanos regresa a los lugares donde los vecinos asumen su custodia
Mario Galeana
Cincuenta piezas arqueológicas de una antigüedad de más de 2 mil años fueron restauradas mediante una subvención de la Embajada de Suiza en México. Ahora, las piezas serán exhibidas en los museos comunitarios de Tecamachalco, Chalchicomula de Sesma, Coxcatlán, Tlatlauquitepec y Zacatlán, a donde pertenecen.
La presentación de estas piezas en las que pueden contarse ollas, incensarios, cajetes, platos, jarras, botellones, un patojo –un peculiar recipiente de cerámica con forma de pie o zapato– y un monolito de piedra dedicado a Quetzalcóatl que lleva por nombre “El Chapulín”, se realizó ayer en el Museo Regional de Puebla.
El proceso de restauración de las piedras comenzó a finales de 2022 y fue costeado por la Embajada de Suiza, a través de un fondo mundial para preservar el patrimonio cultural.
“Esta colaboración trasciende el mero interés económico o político, más bien hunde sus raíces en el respeto y aprecio que Suiza tiene para la historia milenaria y la cultura extraordinaria de México”, expuso el embajador Pietro Piffaretti.
Del total de piezas, 23 pertenecen a la Casa de Cultura Ayocuan Cuetzpaltzin, de Tecamachalco; tres, al Museo La Magnolia, de Chalchicomula de Sesma; cinco, a la Casa de la Cultura “Aurelia Izquierdo de Bravo”, de Coxcatlán; una, al Museo Regional Comunitario “Luciano Márquez Becerra”, de Zacatlán, y 17, a la Ceramoteca “Eduardo Noguera Auza”, del Centro INAH Puebla.
“Seleccionamos bienes arqueológicos que estaban ubicados principalmente en museos comunitarios, espacios que los ciudadanos han construido. Esa visión de la cultura que prioriza la ubicación de las piezas en los pueblos de los que provienen es una visión del siglo XXI, la mejor manera de retribuir su historia a las comunidades”, expuso Manuel Villarruel Vázquez, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Puebla.
Ahora, la gran disyuntiva entre las autoridades radica, sobre todo, en el sitio en el que será expuesto el monolito “El Chapulín”, localizada en Tlatlauquitepec. De acuerdo con las autoridades, algunos pobladores desean que esté expuesto al aire libre, con el propósito de que mantenga la función que los pueblos precolombinos le atribuían: garantizar el ciclo de lluvias para las cosechas.
Por su parte, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina instó a las autoridades municipales a que, en conjunto con el INAH y la Secretaría de Cultura, realicen un registro sobre el patrimonio cultural e histórico de sus respectivas comunidades.
En general, las piezas restauradas tenían desprendimientos, manchas, erosión, faltantes y presencia de materiales ajenos, por lo que el proceso consistió en su limpieza superficial, eliminación de daños, restitución, reintegración volumétrica y cromática, así como aplicación de resanes.
La restitución de las piezas corrió a cargo de un equipo encabezado por la restauradora Begoña Muerza y la arqueóloga Rosalba Delgadillo, del Centro INAH Puebla.