En un juego de locura en donde los maderos tronaron al por mayor en el parque Hermanos Serdán, Pericos de Puebla perdió el segundo juego ante Diablos Rojos del México por pizarra de 12 a 7 y, con ello, dejó ir la serie.
Los bombarderos de Maravillas maltrataron al abridor escarlata Carlos de León desde el principio, pues con media entrada jugada, el primero en el orden David Olmedo-Barrera se voló la cerca con cuadrangular solitario para mover la pizarra 1 a 0.
Los pingos respondieron en el segundo rollo cuando el receptor Ricardo Valenzuela mandó a la calle la pelota en jonrón solitario ante los disparos del serpentinero cubano, Jorge Martínez, quien había propinado previamente los ponches consecutivos.
Puebla respondió en la parte baja del mismo inning, retomando la ventaja cuando con la casa llena, Drew Stankiewickz dio fly de sacrificio mandado al plato al catcher Juan Kirk para el 2 a 1.
Ninguna de las ofensivas aflojaron y en el tercer tramo los capitalinos volvieron a igualar el tanteador.
Por el México, Carlos de León apenas trabajó tres innings en los que toleró dos carreras y cinco hits. En su lugar, subió a la lomita el zurdo Alemao Hernández, quien fue recibido por Danny Ortiz que dio doblete a la banda contraria por el jardín izquierdo, y luego fue enviado a la registradora por Éric Aguilera que también pegó doblete para el 3-2.
Del lado de los de casa, el cubano Martínez trabajó por espacio de cuatro entradas, hasta que un cuadrangular el patrullero izquierdo Julián Ornelas, productor de dos carreras, le costó su salida, dejando su lugar al derecho Jesús Huerta y la pizarra en 4-3 para los visitantes.
El bullpen poblano siguió trabajando al siguiente inning y con el zurdo Ángel Olivas en el montículo, Diablos amplió su ventaja gracias a un toque de sacrificio por parte del segunda base Omar Meza.
La parvada atacó el pitcheo de Diablos llenando las bases para que Alberto Carreón pegara un grand slam que colocó el tanteador por 7 a 4 a favor de los de la Angelópolis.
Los aficionados que casi abarrotaron el Hermanos Serdán se mantuvieron al filo de butaca porque los escarlatas una vez más le dieron la vuelta al pizarrón cuando con hombres en la segunda y tercera almohadilla, Julián Ornelas volvió a aparecer con un batazo profundo jardín central que remolcó dos carreras más para el 8 a 7.
Este fue un golpe certero por parte de los capitalinos que en el séptimo rollo amarró la victoria y la serie que le dio forma a la pizarra de 11 a 7. Todavía en la novena entrada, Diablos puso otra rayita al marcador.