La estrategia que aplicó la directiva del Puebla de la Franja en la contratación y en la posterior venta del uruguayo Maximiliano Araujo, es el gran ejemplo del llamado ‘modelo de negocio’ que han querido implementar en el club y que ante el gran momento que vive el charrúa en el Toluca, se ha convertido en su jugada económica perfecta.
Con 19 años de edad y prácticamente siendo un desconocido, el apodado ‘Pappo’ llegó a la Angelópolis para el Clausura 2020 antes de la pandemia, siendo contratado como una promesa a futuro en la que la Franja tuvo que invertir mucho tiempo para tratar de adaptarlo y desarrollar todo su potencial.
A Araújo le tomó un año adaptarse a su nueva vida y fue hasta la llegada del técnico Nicolás Larcamón que pudo comenzar a hacerse titular en el equipo, además de demostrar sus habilidades por la banda izquierda, siendo en los siguientes cuatro torneos una de las estrellas del equipo ganando reflectores y por supuesto aumentando su valor en el mercado de fichajes.
Debido a su juventud e inexperiencia, Puebla logró adquirir a Maximiliano Araújo proveniente del equipo Wanderers de Uruguay en menos de 500 mil dólares, y después de la Apertura 2022, lo vendió al Toluca en aproximadamente 7 millones de la divisa estadounidense, adquiriendo una ganancia del 700% con respecto a la inversión que había hecho.
Pero por si fuera poco, en la negociación de los camoteros con los choriceros acordaron que el Puebla se quedara con un porcentaje de la carta de Araújo, por lo que si Toluca lo vende en los próximos torneos, de la cantidad total que reciba el equipo mexiquense, el 15% será para el Puebla.
La gran deuda de la directiva actual es reflejar esas grandes inyecciones de dinero que ha recibido con la venta de varios futbolistas en los últimos torneos, en la adquisición de fichajes de prestigio que generen ilusión en la afición.