Luego de pasar la mayor parte como jugador de lobos buap, ahora emprende su camino hacia el banquillo al titularse como técnico por el sistema nacional de capacitación
Si en Puebla hay alguien que vive y siente el futbol, ese es César Loco Cercado, quien tuvo una carrera profesional destacada dentro de las canchas y ahora buscará transitar en este deporte, pero desde la dirección técnica.
En 2017 cumplió el sueño de su infancia al anotar el gol en la final del Ascenso MX que llevó a Lobos BUAP al duelo para subir al máximo circuito. Ahora, con 35 años, su vida es otra: juega de manera semiprofesional y encamina su vida hacia la formación de talentos y el desarrollo
futbolístico.
El defensor pasó casi toda su vida futbolística en Lobos BUAP, club al que llegó en 2004, cuando se integró a la filial de Tercera División, hasta 2019, cuando ya no tuvo cabida en el equipo que aún jugaba en Primera División y se marchó a Alebrijes de Oaxaca, del ahora extinto Ascenso MX.
Con intervalos en Puebla en 2011 y en Cruz Azul en 2012, Cercado estuvo en todo el crecimiento y desarrollo de los lobunos, jugando la final por el ascenso que perdieron ante León en 2014, y luego siendo fundamental en 2017, cuando la institución logró la hazaña de subir al máximo circuito.
Muy dura, desaparición de Lobos BUAP
“Me enteré por los medios. Al final, a uno nunca le dijeron nada, no sabíamos cómo estaba la situación dentro del club, sólo lo que iba saliendo en la prensa. Fue un golpe muy duro para mí en lo profesional; después de estar tanto tiempo y poder probar la Primera División, que de repente desapareciera fue muy duro. Lobos significó todo para mí deportivamente hablando, porque pasé la mayor parte de mi vida de jugador ahí; fueron los que me abrieron las puertas en el futbol profesional, así que este club es parte de mi vida”.
El apodado Loco llegó en 2004 a la Jauría, cuando todavía era un equipo nómada que no contaba con un estadio propio. Debutó con 18 años en 2007 y desde entonces se volvió un incondicional del equipo
El punto más alto de su carrera fue en 2017, cuando se erigió como pieza clave en la escuadra que subió al máximo circuito, dirigida por Rafael Puente del Río.
“Me ilusionaba mucho poder jugar en Primera División con el equipo, por todo lo que viví, lo malo y lo bueno: la final de 2012 en la que nos quedamos a nada de ascender, pero seguimos trabajando hasta que se nos dio en 2017, que fue algo por lo que trabajé tanto y que el club se merecía después de pelearlo tantos años y nunca bajar los brazos, siempre estar ahí”.
Cercado puede presumir que es de los pocos futbolistas poblanos que se mantuvieron con consistencia en el futbol mexicano durante los últimos años.
Después de la partida de Lobos, recayó en Alebrijes de Oaxaca, donde se coronó campeón en el Apertura 2019 en el Ascenso MX, aunque quedó imposibilitado de volver a la Liga MX por la desaparición de la categoría de plata.
Loco iba a regresar al conjunto que lo vio debutar como profesional en 2004 y donde permaneció prácticamente toda su carrera hasta 2019, tras la primera desaparición por la venta de Mario Mendívil a Juárez. Sin embargo, después de no poder consolidarse el regreso de Lobos en 2020 para la Liga de Balompié, optó por la talacha.
Apoyado por el prestigio que se ganó a partir de ese ascenso, recibió la invitación para jugar en diversas ligas en la Unión Americana y también en México.
Este es un hecho que cada vez es más común: después de su etapa como profesional en México, varios jugadores han encontrado en el amateurismo la forma de continuar en contacto con el balón y, sobre todo, de seguir recibiendo un pago por su actividad deportiva.
Ahora ya está titulado como director técnico por el Sistema Nacional de Capacitación y listo para emprender una nueva aventura, siempre pensando en estar cerca del balón y en apoyar a las nuevas generaciones.