La práctica del Juego de Pelota Mesoamericana posee una trascendencia de más de 3 mil años y el grupo de Danza Conchero Azteca Chignahumictlan, proveniente de Chignahuapan, tiene como objetivo rescatarlo, conservarlo y difundirlo.
El Juego de Pelota fue un rasgo cultural que compartieron todos los pueblos mesoamericanos al grado de ser una de las ceremonias más importante dentro de la zona en lo que hoy es México.
Chignahumictlan cumple seis años de su labor de incentivar esta milenaria práctica, de una manera deportiva sin perder algunos elementos simbólicos rituales, llevándolo a niveles competitivos e incluso convirtiéndose en campeones nacionales.
EL JUEGO MILENARIO
El término ‘juego’ no es fiel a lo que realmente representaba esta práctica, pues según cuenta José Joel Mote, líder de Chignahumictlan, tenía un sentido religioso y simbólico y su práctica representaba la lucha cotidiana entre fuerzas contrarias.
“El grupo de Danza Conchero Azteca Chignahumictlan está enfocado en el ámbito cultural, deportivo e histórico, desde 2017 se ha dedicado al rescate de la identidad y cultura prehispánica”.
Incluso, existe una Asociación del Juego de Pelota Mesoamericana.
“Con altas y bajas, pero hemos fortalecido el camino para que esta práctica resurja y diga por si misma que nuestra cultura sigue viva”.
Cabe resaltar que este juego no es único para los hombres, pues existen equipos en cada delegación en la rama femenil, agregando que existen datos históricos que narran que este ancestral juego también lo practicaban las mujeres.
Actualmente la asociación cuenta con 17 estados practicando este milenario juego, e incluso países se han interesado en este ancestral juego.
EL UNIFORME
Para poder jugar la pelota mesoamericana, se requieren varias cosas: primero el fajado que consta de una gamuza echa de piel que se anuda a la cadera y entrepierna a manera de “maxtlatl” o taparrabo, encima va una pieza de cuero que cubre el lado de la cadera con el que se golpea a la pelota, una banda de algodón que se enrolla en el abdomen.
Por último, el chimali (escudo) que es un cinturón de cuero que aprieta los glúteos y le da firmeza al fajado; todo lo anterior tiene como misión la protección de la zona del cuerpo que tiene contacto con la pelota y el suelo, evitando así lesiones significativas en los y las jugadoras, siendo este de vital importancia para la práctica de este juego. Además, la pelota elaborada artesanalmente de hule macizo con un peso aproximado de tres a cuatro kilogramos.
PUEBLA CAMPÉON NACIONAL
Apenas unos meses después de haberse formado, Chignahumictlan se coronó en el Campeonato Nacional de la especialidad desarrollado en Tlaxcoapan, Hidalgo, en ambas ramas, los varones lograron el primer lugar al doblegar en el cotejo definitorio a su similar proveniente de Ciudad de México por 8 a 7, mientras que las féminas hicieron lo propio ante Tabasco por 17 a 7.
“La encomienda es difundir nuestra cultura, queremos que la gente no lo vean como un show, es un deporte nacional, algo que nos debe tener orgullosos porque representa de dónde venimos y lo que nos identifica”.