Con 34 años de edad y 14 como futbolista profesional, Jesús Chávez ha tenido la oportunidad de experimentar un profundo cariño por el Puebla de La Franja, equipo del que fue capitán, pero también por Diego Armando Maradona, del que su muerte le provocó una impresión tan fuerte que aún se mantiene en la incredulidad.
A pesar de que ya han pasado seis años desde que dejó a los camoteros, Chaveta sigue teniendo muy presente al equipo en el que jugó de 2012 a 2014, y de donde él nunca se quiso ir, pero decisiones de terceros lo obligaron a dejar uno de los lugares donde más cómodo se sintió en lo que lleva como jugador.
Y si La Franja ocupa un lugar especial en su corazón, Diego Maradona le supo tocar fibras especiales durante su estancia en Dorados de Sinaloa, por lo que su fallecimiento lo tiene con una inmensa tristeza.
CONOCIÓ AL DIEGO TERRENAL
El miércoles 25 de noviembre quedará marcado en la historia del futbol como el día en que Diego Maradona perdió la vida a los 60 años, causando en los rincones del mundo conmoción, misma que alcanzó a Chaveta, quien se enteró en pleno entrenamiento de Halcones de Zapopan, equipo de la Liga de Balompié Mexicano, en donde ahora juega.
“Fue algo muy triste, al principio obviamente no la creía, yo estaba entrenando, el preparador físico del equipo es argentino y él supo de la relación que yo tuve con Diego como entrenador y como amigo, como ser humano, entonces entró corriendo y me dijo: Chaveta, que falleció el Diego”, indicó.
Chávez, como todo futbolero, estaba empapado de las proe
zas de Maradona en la cancha y lo tenía en un concepto de ídolo, pero nunca se imaginó que la pelota le iba permitir cumplir su sueño de conocerlo a fondo, el poder interactuar con el Maradona terrenal, esto gracias a que llegó a dirigir en 2018 a Dorados de Sinaloa, equipo que él capitaneaba.
“No me tocó verlo jugar porque nací en el 86, él en ese mundial fue figura y explotó, me tocó ver videos y leí su libro Yo soy el Diego. Obviamente sí me pegó su muerte porque gracias a Dios conocí al Diego terrenal, al del pueblo, no ese Diego del que se habla de más, tuve la oportunidad de estar con él día a día, fue algo único e inolvidable que nos marcó para siempre, porque algo que parecía inalcanzable se convirtió en algo diario, de tenerlo como tu entrenador, algo único y soñado”, recordó.
Idolatrado por lo que hizo como jugador, pero cuestionado y criticado por su forma de actuar lejos del terreno de juego, Maradona fue personaje polémico, aunque a consideración de Chaveta, la mala imagen que había alrededor suyo fue generada por la presión mediática que tenía, porque pudo constatar que el argentino en realidad era una persona humana y humilde.
“Diego era totalmente diferente de lo que se habla, él era el único que podía aguantar esa presión mediática, todo lo que se generaba en torno a él, ya sea por futbol o vida personal, pero nosotros en Dorados conocimos a ese Diego humilde, porque con todos, desde el día uno se portó excelente, a la señora que hacia el aseo del vestidor hasta el presidente los saludaba igual, fue uno más en el grupo”, apuntó.
TUVIERON UNA RELACIÓN CERCANA
Su personalidad de líder le ha permitido a Chaveta ser capitán prácticamente en todo equipo por el que ha pasado y cuando se enfiló con Dorados a la par de Maradona, esa no fue la excepción, ya que se hizo del gafete, algo que le ayudó a encontrar una cercanía con el Pelusa que trascendió más allá de lo deportivo.
“Yo creo que soy el que más firmas y más fotos le pedía en el vestidor, de hecho me contaba el preparador físico que teníamos allá que cuando escuchaban que tocaban la puerta del vestidor, que el Diego decía ‘estoy 100 por ciento seguro de que es el Chaveta, abría la puerta y sí era yo, entonces Diego me decía ‘dale boludo, para mí que tienes un puesto de playeras o de firmas mías y no me estás dando mi comisión, pero bueno te las voy a firmar todas porque te quiero mucho’, entonces pude tener una relación cercana con él”, comentó.
Su sola presencia en el club incentivaba a los futbolistas no solo para jugar, sino para el simple hecho de ir a entrenar, una inyección de ánimo que se notó cuando el equipo pasó de ser el último lugar del extinto Ascenso MX a jugar dos finales y pelear por subir a Primera División.
“Él transmitía paz, alergia, amor por el fut, era de esos entrenadores que te daban ganas de ir a entrenar, porque en este medio nos hemos topado de todo tipo, terminábamos y ya queríamos que fuera mañana para llegar y ver al Diego y disfrutar el entrenamiento, y eso es algo único”, señaló.
Incluso, su relación con el Cebollita continuó a pesar de que el argentino dejó la dirección técnica de los sinaloenses en 2019 para regresar a Argentina, pues Chaveta mantuvo comunicación con él por WhatsApp.
“Después de que se fue le mandé un audio agradeciéndole en lo personal por todo lo vivido y después también, por lo deportivo, era un entrenador que respaldaba al jugador, pero sobre todo al ser humano, y sí me respondió, tengo la nota guardada y es un recuerdo para mí, pero fue el último contacto directo con él vía WhatsApp, ya luego lo mandábamos a saludar, pero Diego estaba rodeado de mucha gente y lo saludaba con su asistente y me respondía”, agregó.
“AL PUEBLA LE TENGO MUCHO CARIÑO”
Si Maradona ha sido el entrenador de su vida, el Puebla de La Franja se convirtió en el club de su carrera, porque fue el conjunto en el que gozó de protagonismo durante dos años en los que incluso también se ganó la capitanía.
Su buen rendimiento se debió a que encontró un lugar en el que se sintió cómodo, lo cual lo llevó a pensar en quedarse por mucho tiempo en la Angelópolis, aunque la precaria situación económica que atravesaba la institución lo orilló a ser vendido al Atlas en 2014.
“Me ha tocado estar en nueve equipos, ahora con Halcones de Zapopan, y el Puebla es un equipo que le tengo mucho cariño, sentí mucho los colores, la playera, me tocó ser capitán, eso me identificó todavía más, conocí al Búfalo (Poblete), a (Roberto) Ruiz Esparza, quienes me daban ese respaldo. Puebla es de los equipos que quiero mucho, que le tengo mucho cariño en mi carrera, muy agradecido porque viví muy a gusto esos dos años, la idea era seguir, pero el club necesitaba dinero y fui de los que tuvo que salir para poderme vender y adquirir dinero, a mí me hubiera gustado seguir en Puebla, de hecho invertí en Puebla porque había vivido muy a gusto, mi intención era quedarme, pero entendemos que el futbol es un cambio constante”, dijo.
SIGUE PENDIENTE DE LA FRANJA
La lejanía de lo que fue su estancia en La Franja no le impide seguir al equipo y si bien es profesional y se entrega por el club que defiende actualmente, se da sus espacios para poder ver los partidos de los camoteros.
“Sí lo sigo, veo sus partidos, no te voy a mentir que veo todos, pero sí lo sigo porque tengo muchos compañeros que se convirtieron en amigos como (Amaury) Escoto, (Daniel) Arreola, (Néstor) Vidrio, también de la directiva ni se diga, como Poblete que lo quiero como un padre, el doctor (Gerardo) Toledo con quien sigo mensajeándome, entonces hay esa cercanía por lo que fue Puebla para mí, porque me sentí muy contento, muy identificado, y valorado en su momento, es por eso que sigo al pendiente”, aseveró.
QUIERE SER DIRECTOR TÉCNICO
Aunque por ahora en su mente solo está la intención de trascender con Halcones, en el nuevo circuito del balompié mexicano, es sabedor que el retiro está cada vez más cercano, por lo que ya se ha preparado para el siguiente paso en su vida, el cual quiere que esté todavía ligado al futbol.
“Estamos en Halcones que es un proyecto muy interesante, ojalá se sumaran más proyectos como el que está manejando la directiva de acá, con mucha ilusión y ganas. Era complicado por la regla que pusieron en la Liga de Expansión del límite de edad, pero se abrió esta posibilidad, la tomé y vamos a darle un ratito más, es lo que nos gusta, estar en el medio, en el futbol, disfrutar el vestidor y los entrenamientos”, declaró.
Por ende, ya tomó el curso para preparase como director técnico, labor que buscará desempeñar una vez cuelgue los botines, porque su intención es ser parte del cambio generacional que se de en el futbol nacional, donde un nuevo grupo de entrenadores jóvenes irrumpa.
“Mi idea es seguir en el futbol, quiero terminar este año con Halcones y ver cómo me siento física y emocionalmente, que es a veces lo que más pega, ya hice el curso de entrenador porque sí me late la cancha, estoy buscando cursos de directivo, mi idea es estar ligado al futbol, tengo ganas de ser partícipe de ese cambio generacional y sobre todo de que se nos abran oportunidades para todos”, finalizó