Dulce Martínez es una valiente, no se achica ante nada, si hay que salir a cortar un avance de un rival lo hace apoyada de sus cualidades como portera, pero si hay que apaciguar a jugadores que piensan que tienen la razón siempre, se respalda con el carácter que le ha entregado el arbitraje, y si hay que conseguir dinero para viajar a Italia para participar en una película de Netflix, también va hacia al frente.
La poblana disfruta de la mítica ciudad de Roma, ya conoció el Coliseo y el estadio Olímpico – que ha recibido mundiales y juegos olímpicos–, privilegios que le ha dado su incursión en la industria cinematográfica.
Su amor por el futbol surgió gracias a que su hermano la llevaba a sus partidos con sus amigos, además de que en su familia hay una gran afición por el Puebla, con el tiempo encontró en la portería, su hábitat dentro de la cancha, aunque después también supo transformarse en la mujer que lleva las riendas en los partidos, ese oficio tan indispensable como criticado, el del arbitraje.
DE VER LOS SÚPER CAMPEONES, A LA CANCHA
Desde la capital de Italia, en donde estará durante un mes actuando para una película sobre futbol, Dulce Martínez platicó con Crónica Puebla sobre cómo conoció este deporte gracias a la pasión de su familia, además de su gusto por la caricatura japonesa Súper Campeones.
“Mi familia apoyaba mucho al Puebla, mis tíos, mis abuelitos y primos, que yo recuerde nos encantaba ir al estadio y ahí empezó el gusto, mi hermano el más grande jugaba fut, entonces desde muy chica empecé, veía la serie de los Súper Campeones y me gustaba mucho la portería, entonces yo decía que era un jugador de ellos, aspiraba a participar en la Selección Mexicana”, dijo.
Desde muy pequeña definió su posición: la portería se convirtió en su santuario y con una evolución tan evidente que comenzó a probarse en el semiprofesionalismo y en el futbol estudiantil.
“Fui portera dese los siete años y a los 15 ya me hicieron invitaciones a equipos semiprofesionales, quería probar, experimentar y pues ya después me metí de lleno al soccer, me invitaron al Puebla, al equipo de Ángeles, también en la prepa competía, conforme iba pasando mi educación me iba a competencias, después conocí el Street Soccer y empecé a participar ahí, me fui a Guadalajara, Morelos, Cancún, Pachuca y Ciudad de México que era donde más iba a jugar”, comentó.
ÁRBITRA POR NECESIDAD
La pelota la llama, por eso siempre quiere estar cerca de ella y cuando la necesidad económica la acorraló, encontró en el mismo futbol una nueva forma de generar ingresos, pero para eso tuvo que cambiar los guantes por el silbato.
Hace aproximadamente cinco años, ante la urgencia de obtener dinero para pagar sus estudios, Dulce aprovechó la oportunidad que le acercó una allegada y, luego de vencer sus miedos, se animó a emprender en el arbitraje.
“Todo fue por los trabajos mal pagados en los que estuve y que me llevaban muchísimo tiempo, por ese tema del dinero no había podido terminar mis estudios, ahora estoy en la universidad, entonces tenía que pagar mis estudios y vivir. Tuve una conocida que trabajaba en el arbitraje y por otras amistades que me decían que trabajara de eso, que era una buena entrada, pero siempre estaba el miedo de que no tenía el carácter y también por la pena. Hasta que un día dije que sí, tuve que perderle el miedo y estar consciente de que necesitaba generar dinero, pasé de ser una jugadora molestosa, estricta y quejosa a ser quien iba a aguantar todo eso”, recordó.
MACHISMO Y AGRESIONES, A LO QUE SE EXPONE COMO ÁRBITRA
Su experiencia como juez de los partidos le ha entregado experiencias agradables y otra rapidez con la que obtiene dinero que le ayuda a solventar sus gastos, pero las malas son el machismo e incluso intento de agresiones que ha sufrido.
“El arbitraje te permite obtener ingresos más rápido, las ganancias dependen del tipo de partidos, por ejemplo: por partido de Fut7 de dos tiempos de 25 minutos a veces los pagan en 120 ó 110 pesos, aunque hay lugares que hasta en 170. En soccer tuve la oportunidad de pitar la final de la Copa Telmex, que se llevó a cabo en la UDLAP, y he participado en la Liga Ibérica, me gustan más los partidos de contacto y adrenalina, en este caso más los varoniles”.
“Pero lo peor que me ha pasado es que me han querido pegar, tengo conocidos que ya les han pegado, tanto hombre como mujer, cuando hay una situación así me gusta en parte porque veo cómo las demás personas, en este caso hombres, me defienden y calman a sus jugadores, en su cabeza pasan muchas cosas, quieren golpear al árbitro cuando sólo estamos haciendo nuestro trabajo, incluso cuidándolos de jugadas peligrosas. También me han tocado temas como el machismo, esa cultura y educación que algunos tienen, gritan que mejor vaya a lavar trastes o a lavar ropa”, dijo.
LA PANDEMIA LA DEJÓ SIN EMPLEO
Sin embargo, Martínez no pudo esquivar las afectaciones económicas debido a la pandemia, pues ante la suspensión de toda actividad deportiva durante gran parte de 2020 se quedó sin su principal fuente de dinero, dejándola a la deriva varios meses.
“Como árbitra mis ingresos son al día, yo vivo al día, y como los espacios deportivos se cerraron y varios lugares en donde trabajo o me invitaban fueron cerrados un tiempo, no generaba ingresos, perdí gran parte del trabajo. Ahorita que empezaban a reabrirse volví otra vez a trabajar, no al mismo ritmo de antes y por ende no con el mismo salario, entonces es iniciar de cero. Cuando me buscan para trabajar voy con todas las medidas sanitarias porque en el futbol tenemos contacto con jugadores, entonces también trabajaba con miedo, pero tenía que solventar ciertos gastos así que tenía que cuidarme y disfrutarlo lo que más se pudiera”, explicó.
GRABA PELÍCULA EN ITALIA
Cuando el panorama parecía más oscuro, le llegó un rayo de luz, pues sin esperarlo recibió una invitación para viajar a Italia y ser parte de la filmación de una película sobre futbol que difundirá la plataforma de streaming Netflix.
“La invitación me llegó exactamente cuando cocinaba, estaba en mi casa y me marcaron del programa Street Soccer, me dijeron que me tenían una noticia y pensaba que era algo malo, al final me dijeron que si quería irme a Italia un mes a tener una participación especial en una película para Netflix, no me la creía, llegué a pensar que era una broma”, narró.
Esta oportunidad le cayó en un complicado momento económico, por lo que sus ahorros no fueron suficientes para hacer los trámites necesarios para emprender el viaje y tuvo que recurrir al apoyo de amigos y conocidos para solventarlo.
“Después que me avisaron tuve poco tiempo para sacar el pasaporte, los ahorros que tenía no me alcanzaban y mucha gente, entre apoyo moral y económico, estaban presentes. Al final varias personas me apoyaron con la logística. También amigos, familiares, conocidos e incluso amigos de Facebook que tenemos en común se sumaron a la causa, me apoyaron con 50, 100 o hasta 200 pesos, les nació, yo les compartía que necesitaba ese apoyo y fue padre porque mucha gente que me aprecia se sumó a la causa y fue así como logré sumar lo suficiente para viajar”, precisó.
“ESTOY VIVIENDO ALGO INDESCRIPTIBLE”
Con la maleta llena de ilusiones, la poblana hizo el viaje hace unos días y luego de recorrer puntos míticos de la ciudad de Roma, está disfrutando del que para ella es un momento indescriptible, pues además de conocer una de las urbes más importantes del planeta se está involucrando en un mundo nuevo y emocionante.
“Voy a participar como jugadora apareciendo en la cancha y eso me tiene muy contenta, muy a gusto, ahora ya me la creo, es algo indescriptible, estoy en un mundo lleno de emociones con una oportunidad que jamás pensé que se me podía presentar. México es querido por muchos países, lo he vivido aquí que nos han tratado bien, estoy feliz, me ha impactado cañón conocer a otras personas y su cultura es muy padre, te hace más humano, hay personas más nobles y empáticas”, comentó.
Dulce Martínez sabe que oportunidades así se le dan a aquéllas y aquéllos que se entregan al máximo y se brindan en cada proyecto que emprenden, por eso ahora busca aprovechar esta experiencia también con la idea de demostrar que con dedicación se puede lograr cualquier meta.
“Creo que la merezco, porque cuando me invitan a trabajar o participar en algunos proyectos las cosas las hago de corazón, con empatía, con amor y dedicación y creo que cuando obras así en la vida todo vuelve a ti igual o mejor”, finalizó.