Guillermo Cosío Sánchez sin duda es uno de los hombres históricos del Puebla de La Franja, tras obtener el título de Liga frente a Leones Negros, en el Puebla de La Franja, en la temporada 1989- 1990, pero un año después simplemente lo echaron del equipo.
La historia del apodado Caballo confirma que el futbol es injusto. El equipo camotero conocido como campeonísimo tuvo en Cosío Sánchez a uno de sus referentes en la media cancha.
“Yo no me retiré, me retiraron. Antes de comenzar la temporada de 1991, Manuel Lapuente me comentó que contaba conmigo y cuatro días después me dijo que ya no entraba en planes”, dijo.
Al no encontrar acomodo en otro equipo, por la premura de la noticia, decidió “colgar los botines”, aunque aseguró que no tiene rencor hacia Lapuente ni a la institución.
“Ya pasaron 30 años y sigo preguntando por qué me hicieron eso. Con Lapuente no tengo ningún problema; si me llaman del Puebla, yo encantado de ir, no hay resentimiento”, agregó.
EL INICIO
Regresando al inicio de su carrera, contrario a como le sucede a prácticamente todo futbolista, Caballo encontró un club para debutar gracias a la Selección.
“Mi primer equipo profesional fue una Selección Olímpica; se fueron a probar 5 mil y sólo nos quedamos dos. Cuando debuté con Cruz Azul yo ya tenía 100 partidos internacionales”, recordó Guillermo Cosío.
Con madurez y experiencia que le ha dado la edad, recordó con nostalgia su paso por el cuadro cruzazulino, club al que reconoció haber menospreciado.
“Cruz Azul es el mejor club de México, pero por mi inmadurez, a los 17 años, lo menosprecié y no di mi 100%. Me fui a Atlante, pero allí se juega sólo por amor a la camiseta, porque nunca hay dinero”, confesó.
Como todo futbolista, Cosío Sánchez creció admirando a un jugador que de niño veía sólo por televisión, pero gracias al deporte logró compartir vestidor y playera.
“Jugar al lado de Carlos Reinoso, en Coyotes Neza, fue más bonito que debutar. Yo lo veía en la televisión y era mi ídolo. Es muy estricto, quiere mucha disciplina cuando él no es disciplinado”, apuntó.
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En 2019, Javier Hernández, José Manuel de la Torre, Guillermo Cosió y Jorge Aravena acudieron a la firma de autógrafos Campeonísimos, que organizó el club Puebla.
Foto: Agencia Enfoque
EN PUEBLA
Durante los seis años que estuvo con La Franja, el originario de Ciudad de México fue parte del conjunto que ganó la Liga y la Copa en la temporada 1989- 1990, conformando un equipo histórico en el futbol mexicano.
“Con Puebla fueron mis mejores años como futbolista. No me arrepiento de haber llegado. La gente de aquí es muy futbolera, éramos un equipo que quería ganar todo”, señaló.
Luego de su retiro, decidió emprender la carrera de director técnico, pasando por varios equipos de la anterior Liga de Ascenso, como auxiliar de Jorge Aravena.
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Foto: Agencia Enfoque
“Mario Carrillo es el mejor entrenador de México; conozco a Mamá Toña, a los jugadores les sirve mucho, sino que le pregunten a Cuauhtémoc Blanco mientras estuvo en América. Varios técnicos usan brujas”, reveló.
Guillermo Cosío indicó que cada jugador oculta anécdotas increíbles fuera de la cancha, que pocos aficionados conocen, pues las guardan hasta la tumba, para escribirlas en un libro o contarlas para Crónica Puebla, como ésta:
“En una concentración con Cruz Azul, varios compañeros estábamos espiando a una pareja que tenía intimidad en un cuarto, entró Nacho Trelles y nos gritó que todos estábamos multados, luego se tiró al suelo con nosotros para espiar y nos dijo que la multa era por no haberle avisado antes”.
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