Jaime Flores se ha labrado un camino en el futbol europeo sin miedos, sin penas y con mucha hambre de éxito, sobreponiéndose a retos económicos, de falta de oportunidades y dejar su México querido, pero que no le ha dado los espacios.
El oriundo de San Gabriel Chilac, con 33 años de edad, ya ha logrado lo que nadie en el futbol poblano, ser contratado en tres países diferentes de Europa para jugar, emprender su carrera como director técnico con las prestigiosas licencias de la UEFA.
Su primer contacto con la pelota se dio cuando Jymmy, como le dicen de cariño, jugaba con los niños de su época en canchas de tierra o en escuela.
“En mi pueblo nunca hubo una escuela de futbol, todo se aprendía de forma empírica. A mí me tocó esa época de tener cinco o seis años y jugar en la calle o en la escuela, de momento por ahí una que otra liga, en la tierrita, pero aquí me hice, fue una época muy bonita porque convivía con mis amigos de la infancia y eso nunca lo olvidas”, recordó.
SUS PASIONES
El futbol se volvió serio a los 11 años, cuando lo invitaron a incorporarse a un equipo de Tercera División llamado Los Grenadines de Tehuacán, pero aunque tuvo entrenamientos formales lo foguearon en el futbol amateur, a talachear, porque aún era muy pequeño para la categoría.
Debido a que en su casa el único sustento económico era el de su madre, porque su padre falleció cuando era pequeño, a su actividad escolar y futbolística tuvo que añadirle un trabajo: la carnicería.
No sólo eso, Jymmy combinaba la escuela, el futbol y el trabajo… con la música. Sí, su otra gran pasión lo llevó a una banda de rock urbano que formó con dos de sus amigos, con quienes tocaba y cantaba en los camiones.
“En la mañana iba a la escuela, saliendo me pasaba a la carnicería, luego a los entrenamientos y en la noche el ensayo”, precisó.
LA GRAN Y SUFRIDA OPORTUNIDAD EN CRUZ AZUL
A los 13 años, cuando ya pudo jugar en el primer equipo de Los Grenadines, tuvo una visoría por parte de Cruz Azul y tras dos años de desarrollarse en Tehuacán, le llegó la oportunidad.
“Recuerdo los partidos ante las filiales del Puebla, del Atlante, de América, de Cruz Azul, entonces eso te generaba la espinita de querer mostrarte, para poder estar en un equipo así, hasta que un día cuando jugamos contra la filial de Cruz Azul nos invitaron a mí y a dos chavos más a unas pruebas en La Noria, sede del club en Ciudad de México. Cuando llegamos me di cuenta que era una institución enorme, porque no llegan a hacer pruebas sólo 50 jugadores, llegan cientos, son varios los filtros y es largo el proceso”, dijo.
Así, con 15 años emprendió su primera aventura hacia lo desconocido, porque nunca había salido de su casa, pero sabía que fracasar no era una opción.
“Nos dieron hospedaje a los tres en una casa y estuvimos entrenando en La Noria un mes, pero cuando pasó ese lapso nos dijeron que tenían que seguir viéndonos y trabajar más aspectos, entonces mis amigos con los que estaba decidieron regresarse a Tehuacán y yo me quedé, yo no quería regresar al pueblo, quería destacar sobre todo porque somos de una familia humilde, en la que mi madre siempre me apoyó siendo sola”, destacó.
Así, la estadía de un mes se convirtió en cuatro, pero él tenía que ganarse de algún modo la vida, por lo que agarró su guitarra y comenzó a tocar para vivir.
“Ciudad de México es un monstruo, pero tiene su encanto, entonces comencé a subirme al metro, a los micros, a los camiones a tocar para ganar dinero, así logré conocer toda la ciudad y así subsistí todo lo que duraron las pruebas. Esto hizo que los entrenadores comenzaron a ponerme de ejemplo con los demás chavos que entrenaban conmigo”, recordó.
DE LA FELICIDAD AL OLVIDO
Como las cosas llegan al que sabe esperar, el nacido en la población fundada por los popolocas tuvo su recompensa cuando, con 15 años, Cruz Azul le ofreció un contrato y lo integró de forma oficial a sus Fuerzas Básicas.
“Cuando me ficharon… imagínate la felicidad después de tanto sacrifico, ya me daban la comida, la misma casa, una beca y me metieron a estudiar”, indicó, aunque también reconoció que no fue lo que esperaba, pues durante cuatro años recorrió cada división menor de la institución, pero nunca llegó la oportunidad de mostrarse en el equipo estelar, por lo que fue a una filial en la zona del Valle del Mezquital, en Hidalgo, donde se sintió olvidado.
“Pasé por varios procesos, desde Cefor (Centro de Formación), después las juveniles que ahora son la Sub-15, Sub-17 y Sub-20, hasta llegar a participar en los torneos nacionales de Fuerzas Básicas con giras internacionales. Me tocó ir a Chile y Argentina, pero conforme va pasando el tiempo te vas haciendo viejo y van llegando otros jóvenes de calidad, se van cerrando las oportunidades y si no debutas te mandaban a los equipos filiales en otros estados”, lamentó
DE REGRESO A LA TALACHA
El sueño cementero se acabó para Jymmy a los 19 años cuando no encontró más cabida en el club, le entregaron su carta de liberación. Sin pensarlo, se fue a jugar a Chihuahua, pero su paso en las Chinarras de Aldama fue efímera, pues se fue cuando corrieron al entrenador que lo llevó.
“Después de lo de Chihuahua me regresé a Ciudad de México a volver a buscar a Cruz Azul para intentar jugar en Segunda con Cruz Azul Jasso, aunque yo no traía buen nivel, estuve una semana a prueba y me dieron las gracias, pero un profesor me llamó y me recomendó que entrenara con él y que jugara talacha en Ciudad de México, con exjugadores del equipo, y así estuve como un año y medio, con veteranos como Rodolfo Montoya (campeón en 1980) y el ‘Gorras’ Guerrero (tricampeón 68-69-70) en partidos de exhibición”, apuntó.
ALTIBAJOS
“A los 21 años hice un último intento con Cruz Azul Jasso, pero me rebotaron y dije ya está, me retiré y comencé a estudiar para ser entrenador en el CECAP (Centro de Capacitación de la Federación Mexicana de Futbol) y puse mi escuela Jymmy’s Soccer en Ciudad de México, que ahora cumple 11 años de existencia”, recordó.
Si en ese mismo lapso las cosas no se estaban dando como futbolista, fuera de las canchas alcanzó uno de sus mayores sueños, pertenecer a un grupo musical llamado Candela Colombiana tocando el güiro y el guache.
Por tres años estuvo enseñando a niños en su academia, estudiando para formarse como director técnico, tocando cumbia y talacheando para cubrir sus gastos.
“Después de que pasó un tiempo me volvió a salir la espinita por terminar de jugar y me metí a entrenar a la Comisión del Jugador”, recordó.
Ya con 25 años y tres sin jugar profesionalmente, la oportunidad que tanto estuvo buscando se le dio gracias al entrenador español Xavi que le ofreció ir a Cataluña, en España, donde fichó por el CE Farners, de la Primera División Catalana, club que le permitió además sus pininos como profesor.
VIAJE A ANDORRA
Debido a que se fue a Cataluña sin acabar sus estudios en el CECAP, decidió regresar a México apenas seis meses después para completarlos. Pero Europa quería más de él y en 2015 su destinó le llevó a Andorra.
“En el Farners estuve media temporada jugando y preparándome, pero sabía que tenía pendiente el terminar mi carrera de entrenador entonces me volví a México. Pude terminar afortunadamente Xavi me volvió a hablar, me habló de un proyecto para Andorra para estar de nuevo jugando y entrenando, entonces llegué al CE Carroi ya con 27 años”, apuntó.
El CE Carroi pasó a la historia en ese mismo 2015 al convertirse en el equipo con más futbolistas mexicanos en el mundo, sólo por debajo de Chivas, ya que en sus alineaciones los once eran nacidos en México y, entre ellos, Jymmy.
Sus buenas actuaciones en una escuadra que terminó como subcampeón le ayudaron a llamar la atención de otros equipos y en 2017 llegó a CE Jenlai, también de Andorra, donde incluso se volvió en un referente y portó el brazalete de capitán.
Desde que llegó a Andorra comenzó a estudiar para conseguir los cuatro niveles de la Licencia UEFA, que es el único título para poder dirigir en cualquier país que integre el organismo.
Pero su camino como futbolista tenía un último episodio y en 2018 terminó en Grecia, donde se incorporó al Acharnaikos FC, de Atenas, conociendo además un tercer idioma.
Y justamente en la ciudad donde la mitología ubica a Aquiles, semidiós guerrero cuyo único punto débil fue su talón, Jymmy sufrió una lesión que lo llevó a su retiro definitivo de las canchas por rotura del tendón de Aquiles.
“Estábamos haciendo pretemporada combinando playa, montaña y pelota, tenía años que no hacía eso y me rompí el talón de Aquiles en una jugada solo. Como nueve días antes del inicio de la temporada, estuve tres meses en muletas, haciendo rehabilitación y allí se acabó todo, me retiré”, recordó.
AL BANQUILLO
Apenas tres meses después de su dolorosa cirugía, viajó a Andorra y en los primeros días de 2019 se convirtió en el técnico del UE Extremenya, aprovechando que allá tenía avanzados sus estudios para las licencias de UEFA.
Con apenas ocho partidos a cargo, el niño que jugaba en las canchas de tierra de San Gabriel Chilac pudo alcanzar otra meta: ser técnico en Europa.
“El Extremenya ya había corrido a tres entrenadores, estaba muy mal moralmente y se desmantelo por problemas económicos, pero había muchos latinos y al final hicimos un papel digno”, señaló.
Después fue como auxiliar técnico a Penya Encarnada y regresó un semestre después en su segunda etapa con Extremenya para 2020, aunque apenas pudo dirigir unos partidos hasta que la pandemia por Coronavirus obligó a la suspensión de la Liga de Andorra, entonces inició un confinamiento en España antes de regresar recientemente a México para estar con su familia y en su pueblo.
“Para mi edad creo que voy bien en mi formación como técnico, ahorita tengo la espinita de ahora ir a un club de media tabla como primer entrenador en Andorra o quedarme en México, toda experiencia es buena. España o Portugal sería un sueño, pero hay que picar piedra, como lo hace Aguirre que ha batallado muchísimo, que siempre lo contratan de bombero y es nuestro mejor representante. A Europa debes saber que vas a ir a sufrir al principio, porque no es tu país, no es tu idioma, no es tu alimentación, pero yo desde niño crecí con la idea de no tener miedo y hacer las cosas”, declaró Jymmy Flores.