El Real Madrid ya tiene en su enorme colección de títulos otro campeonato del mundo. Y son ocho: tres con el formato de la Intercontinental y cinco desde que la FIFA ideó la fórmula del Mundial de Clubes. El equipo de Carlo Ancelotti, que se va a los tres títulos mundiales como entrenador además de dos como jugador del Milan, colocó la octava estrella a su corona mundialista a lo grande. A pesar de que el Al-Hilal se quiso agarrar al partido recortando tres veces el marcador, el Madrid impuso la ley del más fuerte en una final que pasa a ser la primera en la que desde que se juega como Mundial de Clubes un equipo pasa de los cuatro goles.
Para encontrar cinco goles de un mismo equipo hay que viajar a las tres primeras ediciones de la Intercontinental. El Madrid le hizo una manita a Peñarol en la vuelta de 1960 (5-1), los uruguayos se la hicieron al Benfica un año después y los portugues la sufrieron en su casa otro años después cuando trataban de remontar el 3-2 de la ida ante el Santos se Pelé y cayeron en Lisboa por 2-5.
Con el título en Rabat, el Real Madrid hace un pleno absoluto en sus apariciones en el Mundial de Clubes. Cinco de cinco para ser, como en la Champions o la Supercopa de Europa, el equipo que aparece en lo más alto del palmarés.
La Octava del Madrid amplía aún más el dominio de España en el historial (nueve, por cuatro de Brasil). Y de Europa, que alarga a una década su dominio en esta competición, que no conoce un campeón que no sea europeo desde 2012 ( Corinthians).
La sexta de Kroos
Este Mundial de Clubes queda, además, con el sexto en el hoja de servicios de Kroos. Nadie ha ganado la competición más veces que el ocho del Madrid: cinco con ese dorsal a la espalda de la camiseta blanca y una con el 39 del Bayern, la de 2013.
Para Kroos es la cabeza de un palmarés en el que todos los que le persiguen son ya jugadores del Real Madrid, porque en el Mulay Abdellah de Rabat han puesto en cuatro su contador de Mundiales de Clubes Carvajal, Nacho, Modric y Benzema.
Por su lado, Rüdiger revalida en título que la temporada pasada logró con el Chelsea en una final cerradísima ante el Palmeiras.
Con información de Marca.