Por: Jesús Peña y Antonio Zamora
Un estadio histórico, emblemático para una ciudad que fue “construida por ángeles”, sede de partidos de futbol de Juegos Olímpicos y de dos Mundiales de FIFA, además de ser casa del Puebla FC que se cambiando para ajustarse a la modernidad.
El estadio Cuauhtémoc cumple 52 años. Al Coloso de Maravillas no lo han doblegado los temblores, pero ha vibrado con encuentros deportivos que lo mismo dan gloria que penuria.
En 1965 la Angelópolis fue designada como sedes del Mundial de México 70, entonces inició su construcción. El arquitecto fue Pedro Ramírez Vázquez – el mismo que diseño el estadio Azteca y la Basílica de Guadalupe–, proyecto financiado en gran parte por la cervecera Cuauhtémoc-Moctezuma. Pero el Cuauhtémoc tendría una prueba de fuego antes: los Juegos Olímpicos de México 1968.
LA GLORIA
Luego de tres años de trabajo, fue inaugurado el 6 de octubre de 1968 con una doble cartelera: Puebla (entonces en Segunda División) contra América y la Selección Mexicana contra Checoslovaquia. Siete días después, el estadio vio cómo Francia derrotaba 3-1 a Guinea en el Grupo 1 de los Juegos Olímpicos.
En total, aquí se disputaron seis partidos de fase de grupos y el uno de cuartos de final en el cual México derrotó 2-0 a España para avanzar a semifinales, donde fue eliminado 2-3 por Bulgaria (en el estadio Jalisco). Dos años después llegaría el Mundial de México 1970.
Puebla fue sede de los partidos del Grupo 2, del 2 al 11 de junio: Uruguay 2-0 Israel, Italia 1-0 Suecia, Uruguay 0-0 Italia, Suecia 1-1 Israel, Suecia 1-1 Israel, Suecia 1-0 Uruguay e Italia 0-0 Israel. En ese mismo 1970 el Cuauhtémoc también se convirtió en la casa del Puebla de La Franja en su aventura por la Primera División.
Siendo testigo de las dos veces que el conjunto camotero ha levantado el máximo título: en 1983 en penales 7-6 (2- 2 en tiempo reglamentario) ante Chivas y en 1990 cuando doblegó 4-3 (6-4 global) a Leones Negros.
Para el Mundial México 86, Puebla disfrutaría de cinco partidos entre el 2 y 22 de junio: del Grupo A el Italia 1-1 Argentina y el Corea del Sur 2-3 Italia; en octavos el Argentina 1-0 Uruguay, con una buena actuación del argentino Diego Armando Maradona; en cuartos el España 1-1 Bélgica, perdiendo en penales el cuadro ibérico de Emilio Butragueño; y el duelo por el tercer lugar que ganó Francia 4-2 a Bélgica.
PARA RECORDAR
En sus 52 años de vida, el Cuauhtémoc ha visto al Puebla descender en un par de ocasiones: en 1999 cuando se perdió en la cancha la máxima categoría, sin embargo, el entonces dueño del club Francisco Bernat compró al Unión de Curtidores de León, Guanajuato, equipo que logró el ascenso, cambiándole de nombre y trayéndolo a jugar a la capital poblana; el gusto duró hasta 2005, cuando se volvió a caer en Primera A.
En 2003 fue hogar de Lobos BUAP para la final de Segunda División ante Cuautitlán, con una entrada de 48 mil espectadores, quienes vieron el triunfo de la Jauría por global de 3 a 2, para subir a Primera A. En 2007, La Franja se ganó su regreso a Primera División venciendo 3-2 en la final por el ascenso a Dorados de Sinaloa.
El Cuauhtémoc ha tenido un par de remodelaciones. La primera en 1985 para incrementar su aforo de 34 mil a 43 mil personas al construirle rampas. La segunda, en 2015, cuando se llegó a 51 mil espectadores y su fachada fue recubierta para darle un aspecto moderno, aunque en medio de fuertes críticas al gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas, que destinó 730 millones de pesos.
MÁS QUE UN ESTADIO, NUESTRA OTRA CATEDRAL
El Cuauhtémoc es una de las contadas instalaciones deportivas en el mundo que puede presumir de haber sido sede de dos Mundiales de futbol y partidos de Juegos Olímpicos, lo cual lo coloca a la altura de escenarios emblemáticos como el estadio Azteca, el Jalisco, el Olímpico de la UNAM, el Maracaná (Brasil), el Olímpico de Berlín (Alemania) o el de Roma (Italia).