El poblano Emmanuel Escobar se consagró bicampeón del mundo de futbol 7 luego de ser parte de la Selección Mexicana que ganó el Campeonato Wroclaw de Polonia.
El equipo mexicano venció en la final a su similar de Kirguistán, en un juego difícil.
El camino de Escobar en el representativo mexicano cosechó el año pasado el título mundial del año pasado y la Copa América de hace unos meses.
Sobre la experiencia en el Wroclaw, afirma:
“En lo personal considero es un torneo de muy buen nivel, que te exige estar concentrado partido a partido para dar lo mejor de ti y que eso repercuta positivamente en el equipo”.
Escobar demostró calidad y garra en estos torneos.
Además, refrendó la resiliencia y la entrega, pues participa en estos torneos sin respaldo de gobiernos ni patrocinadores.
“Es muy satisfactorio poder concretar un Bicampeonato en este torneo internacional, jugando con la selección nacional de street soccer”.
El equipo de México participó en el mismo grupo que Francia, Lituania y Hungría.
En la fase final eliminó al local Polonia en los cuartos de final, a un combinado de exseleccionados polacos en la semifinal, para encarar en la final a Kirguistán.
“Mas adelante vienen más torneos en puerta, suenan Alemania, Portugal como sedes. Será un orgullo representar a México y volver a portar el escudo la playera de la Selección en esta modalidad”, indica.
Antes de brillar en el llamado futbol de calle, Escobar pasó por las modalidades clásicas de futbol once y también en el rápido.
“En el 2014 tuve la invitación de ir un torneo estatal que se realizó en el zócalo de la capital poblana; tuve la oportunidad de participar en tres nacionales, en Ciudad de México, Guadalajara y Morelia.
“Antes de eso estuve en el futbol soccer y futbol rápido compitiendo en la Mayor Arena Soccer League que es la liga de futbol rápido profesional más reconocida a nivel mundial”.
En este más reciente torneo, afirma, fue un orgullo participar en casi todo el encuentro porque eso le permitió evaluar su nivel de concentración.
“Pude aportar con dos goles y el pitazo final fue un desborde de lágrimas, de alegría”.
El poblano suma una década dedicándose al street soccer y afirma que las satisfacciones que le ha traído este deporte lo animan a ir por más: ser director técnico.