Luego de ser abucheado durante la premiación del Gran Premio de Estados Unidos, Max Verstappen aseguró que no le molestaron y que no tiene preocupación porque se repita en México el próximo fin de semana.
Fue justamente durante la premiación en Austin, que el piloto neerlandés ganó, cuando aficionados comenzaron a gritar “Checho, Checo”, para después abuchear y silbar cuando el campeón del mundo recibió el trofeo de ganador.
Al ser entrevistado por una televisora de su país, Verstappen aseguró no sentirse molesto con la situación pues “al final soy yo quien se va a casa con un trofeo”. Asimismo, sobre el Gran Premio de México indicó que “seré el que se va a casa con ese trofeo, así que está completamente bien”.
De acuerdo con la cadena NBC News, los abucheos no iban dirigidos a “Súper Max”, sino a Greg Abbott, gobernador de Texas, quien entregó el trofeo al piloto de Red Bull.