El cantante estadounidense Drake Bell, conocido por su papel en la serie de Nickelodeon Drake & Josh, se declaró culpable de acoso a una menor de edad a mediados del año pasado. El proceso judicial en su contra finalmente llegó a su fin con una sentencia de dos años de libertad condicional y 200 horas de servicio comunitario.
Recientemente, en una entrevista para el podcast «Creativo» de Roberto Martínez, Drake Bell habló por primera vez sobre por qué decidió declararse culpable en lugar de enfrentar un largo juicio. El artista explicó que sus abogados le presentaron dos opciones, la primera de las cuales era someterse a un largo juicio público que podría afectar su carrera y su vida personal.
Drake Bell explicó que la otra opción era hacerse responsable de sus acciones y aceptar la condena de libertad condicional y servicio comunitario. El cantante admitió que eligió esta segunda opción porque quería evitar que su juicio fuera objeto de sensacionalismo por parte de los medios y que se malinterpretara la información.
Además, Drake Bell mencionó que su decisión también estaba motivada por su familia. El artista dijo que no quería perder tiempo con su hijo y que la opción de aceptar la condena le permitiría pasar tiempo con él sin restricciones.
A pesar de haber aceptado su culpabilidad, Drake Bell lamentó en la entrevista que su imagen haya sido afectada y que haya sido etiquetado como abusador sexual a menores. El cantante aclaró que, aunque intercambió mensajes explícitos con la joven, nunca hubo contacto físico entre ellos.
La acusación contra Drake Bell se originó después de que una fanática lo acusara de haberle enviado mensajes subidos de tono cuando ella era menor de edad. La joven, de 15 años en ese momento, conoció al artista en línea después de asistir a uno de sus conciertos.
Según la acusación, ambos intercambiaron fotos íntimas y tuvieron conductas sexuales, aunque el abogado de Drake Bell negó cualquier contacto físico.
El caso de Drake Bell es un recordatorio de que los famosos y las personas en posiciones de poder son responsables de sus acciones y deben ser conscientes del impacto que pueden tener en otros.
La sentencia de dos años de libertad condicional y 200 horas de servicio comunitario debe servir como una advertencia para aquellos que puedan estar tentados a abusar de su posición de poder y para aquellos que piensan que pueden actuar sin consecuencias.
Con información de Excelsior.