Arturo Luna Silva [email protected] Twitter: @ALunaSilva
Es una pésima broma que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) proponga candidatos a la gubernatura en Puebla, cuando apenas alcanzó en los pasados comicios federales 2.3 por ciento de la votación en el estado, lo mismo que en otras 15 entidades, muy por debajo del requerido 3 por ciento para conservar el registro. Lo mantuvo gracias a chicanas electoreras y porque, a nivel nacional, rasguñó, en promedio, ese mínimo que establece la ley.
El tema viene a cuenta por la visita del “presidenciable” perredista -en serio así se considera- Silvano Aureoles Conejo, este miércoles a Puebla capital.
El ex gobernador de Michoacán, quien tiene muchas cuentas pendientes, administrativas y penales, destapó a la ex diputada federal Roxana Luna y al dirigente local, Carlos Martínez ¡a la Casa Aguayo!
Sabemos que no es un pronunciamiento serio, sino un amago para encarecer la alianza que busca localmente con PRI y PAN.
A nivel nacional, la reedición de Va por México (PRI-PAN-PRD) es ya un hecho, pero en ésta el partido del sol azteca es un lastre, no un activo.
Se ha convertido en una rémora de Acción Nacional (PAN), por cierto como presagió el desaparecido gobernador poblano Miguel Barbosa, quien personalmente construyó por décadas el éxito electoral que tuvo ese partido en distintas plazas.
Este jueves, como muestra de su cordialidad y apertura, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina se reunió con algunos de sus cuadros y dirigentes.
Lo hizo con la cortesía que ha tenido con otros institutos políticos.
Pero sin compromisos ni acuerdos, más allá de los que la pluralidad y la sana convivencia presuponen.
Pero volvamos a la reunión del miércoles, que encabezó Silvano y en la que estuvieron, inexplicablemente, haciéndole el caldo gordo, la presidenta estatal del PAN, Augusta Díaz de Rivera, y el diputado federal panista Mario Riestra.
Qué mal se ven los dos, dejando la percepción de que fueron a “mendigar” el apoyo de un partido muerto.
¿De verdad esa minúscula representación que tienen los perredistas en la configuración política del estado vale el quemón que se dieron?
Porque Silvano Aureoles está señalado y hay procesos penales en su contra por presuntos desfalcos, por la monumental cantidad de 12 mil millones de pesos, de cuando fue gobernador de Michoacán.
La cantidad es histórica para esa entidad y para el país.
No obstante, ahí estuvieron los panistas avalando la impunidad y cinismo del ex senador perredista.
Encima, en la misma reunión, el michoacano destapó a sus “cartas” a la gubernatura: Roxana Luna y Carlos Martínez.
Cartas inexistentes.
Sin posibilidad alguna de ser postuladas.
En la reunión, por el PRI, estuvo la secretaria general en el estado de ese partido, Isabel Merlo.
También en un error de cálculo, de protocolo y de dignidad.
Cómo será que ni el impresentable Néstor Camarillo, presidente estatal, quiso ir.
Para efectos electorales reales, el PRD es menos que ruinas.
Es cenizas.
Una rémora.
Un eco lejano e indigno.