Arturo Luna Silva / [email protected] / Twitter: @ALunaSilva
Apostando su futuro político, otra vez, a Antorcha Campesina y a sus ligas con Morena, el ex alcalde de Atlixco, Guillermo Velázquez Gutiérrez, pretende, con notable extravío, competir por la postulación del PAN a la gubernatura en 2024. Así de contradictorio. Para su meta, además, afianza una campaña de desprestigio contra quien es, sin ninguna duda, el puntero del albiazul, Eduardo Rivera Pérez. El lodazal que lanza Memo contra Lalo exhibe al primero y, al final de cuentas, lo terminará anulando.
Antes que nada, hay que recordar quién es Guillermo Velázquez Gutiérrez.
Se trata del ex presidente municipal que perdió, precisamente contra el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), la alcaldía de Atlixco.
Un municipio cuya población, en el papel, se siente más identificada con Acción Nacional (PAN), que con otras opciones partidistas.
Históricamente así ha quedado demostrado.
Además, la gente no le perdonó sus evidentes pactos con los antorchistas.
De ese nivel fue el fracaso y decepción que dejó Guillermo.
Descomunal.
Cómo alguien que no pudo ganar un municipio mediano, pretende ganar la gubernatura del estado que es el quinto con más votantes del país.
Irracional.
Ahora bien, ¿por qué la gente se decepcionó de Memo?
Por sus alianzas inconfesables con Antorcha Campesina.
El histórico brazo armado del PRI.
De lo más oscuro del tricolor.
Pero también por haber encabezado un gobierno ineficiente.
También corrupto.
Una administración que dejó una estela de irregularidades de tal magnitud, que aún no conocemos toda.
Pero del que muchas tendrán castigo.
Otro tema es ése: faltará ver si Guillermo Velázquez no termina inhabilitado o hasta en una posición peor.
Podría estas más cerca del Ministerio Público que de una boleta electoral.
Guillermo presume su cercanía y el apoyo de Genoveva Huerta.
Pero ella ya no es la dirigente estatal.
También fue derrocada de la manera más vergonzosa posible.
Por paliza.
Sus brazos y sus hilos de poder ya son inexistentes.
Lo más irracional en este caso es que Velázquez Gutiérrez pretenda ganar adeptos con el denuesto a Eduardo Rivera, el presidente municipal de Puebla capital.
Se sabe bien que hay que pegarle siempre al puntero, si se pretende alcanzarlo.
Está en el librito.
Por eso vive denostándolo.
Dice que “no cumple acuerdos”.
Asegura que él tiene más peso como posible candidato.
Es ahí en donde asegura que incluso tiene apoyos de varios morenistas.
El problema es quien lo dice.
El representante de lo peor del PAN.
Y otro gravísimo problema es sobre quién lo dice.
Es ahí donde falla la estrategia de Memo Velázquez.
Le pega a la indiscutible carta fuerte del panismo poblano a 2024.
Y entonces, por eso el efecto es nulo.